Morelos | 2022-11-09
El gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ha aprovechado un viaje de trabajo para dar su punto de vista sobre la polémica que rodea al fiscal general del Estado, Uriel Carmona. Desde el fin de semana, el titular de la agencia investigadora está bajo sospecha por las acusaciones de la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, sobre sus presuntos malos manejos en el caso de la muerte de la joven Ariadna López. Enfrentado con Carmona desde hace años, Blanco ha pedido al Congreso local que destituya al fiscal, cuyo mandato vence en 2027.
Blanco ha dicho: "Hay una complicidad, hay cuates, amigos, tanto de los diputados, como del Fiscal, entonces lo único que les digo a los diputados es que lo valoren y que realmente son ellos los que tienen la sartén por el mango. Ellos son los que tienen que remover al Fiscal". El mandatario se ha referido al pecado original de Carmona, no tanto el caso de Ariadna López, sino su llegada al poder. "Lo puso Graco Ramiréz junto con la legislatura anterior y ahora le toca a los diputados que lo llamen a rendir cuentas", ha dicho, en referencia a su antecesor.
Son horas bajas para el fiscal Carmona. La semana pasada, Ariadna López, de 27 años, apareció muerta en Tepoztlan. La joven había desaparecido horas antes en Ciudad de México. La Fiscalía de Morelos, que asumió el caso, determinó que López había muerto por una broncoaspiración, que se había ahogado por la propia ingesta de alimentos o bebidas. Presionadas, las autoridades de Ciudad de México hicieron una segunda autopsia, que arrojó un resultado distinto. La Fiscalía de la capital que su muerte se debía a un trauma múltiple, señalando a dos amigos de López de su presunto feminicidio.
Más allá de eso, Claudia Sheinbaum compareció el lunes ante los medios para denunciar un encubrimiento de la Fiscalía de Morelos en el caso. La jefa de Gobierno de la capital acusó a uno de los amigos de López de tener relaciones con personal de Carmona, génesis del supuesto encubrimiento. Carmona ha tratado de explicarse estos días. El fiscal ha negado cualquier mal manejo en el caso y ha insistido en que ambas dependencias intercambien las autopsias para comparar resultados.
En ese contexto, el gobernador Blanco ha aprovechado para criticar a su viejo enemigo, batalla que se había enfriado en los últimos meses, tras el episodio de las fotos del mandatario. En enero, un medio de Morelos publicó imágenes en las que el gobernador aparecía abrazado con tres líderes criminales de la región. Blanco dijo entonces que él se tomaba fotos con todo el mundo, pero Carmona dijo que la imagen se estaba investigando, provocando la reacción de Blanco, que denunció un complot de "narcopolíticos" en su contra.
La posibilidad de que el Congreso local busque la destitución de Carmona es mínima. Ya pudo hacerlo tras la llegada de Blanco, a finales de 2018, pero lo evitó. Las luchas intestinas en la Cámara de Representantes local, con diputados que cambian de partido, amenazas e incluso el asesinato de una legisladora hace unas semanas dificultan cualquier acuerdo, más uno del que se necesitaría para sacar al fiscal de su puesto.