Torre Eiffel cambiaría radicalmente tras los Juegos Olímpicos, así reaccionan en París

Alcaldesa de París ha expresado la intención de dejar los aros olímpicos de forma permanente en el monumento

Xalapa | 2024-09-06

La ciudad de París ha sido el centro de atención en este 2024 debido a la celebración de los Juegos Olímpicos, que por tercera ocasión llegaron a la capital francesa; fue, de hecho, un parisino: Pierre de Coubertin, quien impulsó los Juegos Olímpicos modernos que se celebran desde 1896, así que el legado entre la cita deportiva y la Ciudad Luz es enorme.

Durante la edición número 33 de la justa olímpica, que concluyó en agosto pasado, los ojos se centraron en el monumento más emblemático por excelencia de la Ciudad del Amor, y uno de los más conocidos del mundo: la Torre Eiffel, que fue el escenario donde se desplegaron los famosos aros olímpicos.

Ante el diario regional Ouest-France, Hidalgo expresó su deseo de que "el espíritu de celebración permanezca", dejando en claro su intención de mantener los Aros Olímpicos en la Torre Eiffel.

Sin embargo, no todos los parisinos se han mostrado entusiasmados con esta propuesta, y entre los principales opositores han destacado los propios descendientes de Gustave Eiffel, el ingeniero que diseñó el monumento.

Descendientes de Eiffel se oponen a dejar los aros olímpicos

El monumento es propiedad del Ayuntamiento de París, pero la familia Eiffel ha decidido expresar su descontento por la idea de la alcaldesa, argumentando que la estructura "no fue diseñada como plataforma publicitaria".

Del mismo modo, habitantes de París han expresado opiniones divididas en cuanto a la iniciativa: algunos lo consideran un lindo detalle añadido, mientras que otros piensan que el monumento no necesita ningún cambio.

El responsable de la organización de la competencia ante la alcaldía, Pierre Rabadan señaló que el monumento no sería modificado, sino que simplemente se añadiría un elemento extra a su estructura.

Explicó, además, que los anillos originales, de alrededor de 30 toneladas de peso, tendrían que ser derribados y reemplazados por unos más ligeros para hacer viable su integración como un distintivo permanente; lo cual, de aprobarse, se llevaría a cabo posterior a la clausura de los Juegos Paralímpicos.

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