Ciudad de México | 2024-09-19
La reciente aparición de la subvariante MV.1 de COVID-19 ha encendido las alertas en varias partes del mundo debido a su rápida propagación.
A pesar de no superar a las variantes dominantes como XEC, su expansión representa un reto global.
Hasta el momento, MV.1 ha sido detectada principalmente en América del Norte, donde se han reportado casos en el noreste de Estados Unidos y en las provincias canadienses de Ontario y Columbia Británica.
En Europa, la subvariante ha aparecido en países como Portugal, Escocia, Irlanda y los Países Bajos.
De acuerdo con Mike Honey, especialista en visualización de datos en Melbourne, MV.1 presenta una tasa de crecimiento global del 4.4% por día, lo que la sitúa ligeramente por detrás de la variante XEC, que sigue siendo dominante.
Esta subvariante es una evolución de JN.1.49 a través de MB.1.1.1 y ha revertido una mutación clave de la proteína Spike, volviendo al tipo Wuhan original.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha detallado los síntomas específicos de la subvariante MV.1, los síntomas generales del COVID-19 continúan siendo relevantes.
En México, el COVID-19 ha mostrado un repunte en los contagios durante agosto de 2024, impulsado por las variantes KP.2 y KP.3, ambas derivadas de la cepa ómicron.
Según la Secretaría de Salud, hasta el 11 de septiembre de 2024, se han confirmado 13,261 casos, lo que pone en evidencia la persistencia del virus, a pesar de la baja letalidad en comparación con años anteriores.