España | 2023-07-23
El Partido Popular (PP) se alzó como la fuerza más votada en las elecciones de España, con un 32.9% de los votos y casi asegurando 136 escaños en el Congreso de los Diputados, lo que le otorga la mayoría en la Cámara.
Sin embargo, a pesar de este resultado, su candidato a la presidencia del gobierno, Alberto Núñez Feijóo, enfrenta un camino cuesta arriba hacia el palacio de La Moncloa.
Las elecciones generales marcaron el regreso del PP como el partido más votado en España, algo que no ocurría desde la caída del gobierno de Mariano Rajoy en 2018.
Desde entonces, Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha ocupado la presidencia del gobierno, liderando una coalición con el partido de izquierda Unidas Podemos.
Feijóo fue elegido como líder del PP y candidato a la presidencia del gobierno en abril del año pasado, con la misión de recuperar al partido tras una serie de fracasos electorales y una crisis interna que llevó a la renuncia de su predecesor, Pablo Casado.
Si bien Feijóo sumó 47 escaños y aproximadamente tres millones de votos más que en las últimas elecciones, los resultados obtenidos dejan una lectura agridulce, ya que la posibilidad de formar gobierno con el apoyo de los ultras de Vox parece cada vez más distante tras los resultados electorales.
El sistema parlamentario español es el responsable de esta paradoja política.
A diferencia de la mayoría de los países de América Latina, en España no se elige directamente al presidente, sino que se elige al Parlamento, cuyos miembros votarán para formar un Ejecutivo.
La batalla decisiva para obtener los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno se libra en el Congreso de los Diputados.
Tras las elecciones, según dicta la Constitución, el rey Felipe VI llevará a cabo una ronda de contactos con los líderes de los grupos que han obtenido representación parlamentaria y propondrá un candidato para formar gobierno. Ese candidato deberá buscar la confianza de la Cámara.
Para ser investido presidente en un primer intento, se requiere el voto favorable de una mayoría absoluta de 176 de los 350 diputados, o una mayoría simple en un segundo intento.
Sin embargo, el reparto de escaños en el Congreso hace difícil que Feijóo pueda alcanzar la presidencia en ninguno de los dos supuestos.
Feijóo ha manifestado su intención de "abrir el diálogo" con todas las fuerzas parlamentarias para intentar formar un gobierno y ha pedido a sus rivales políticos "que no bloqueen el gobierno de España una vez más".
El PP podría sumar los 33 diputados de Vox a sus 136, pero necesita que otros grupos se abstengan, y se enfrenta a la negativa de los grupos nacionalistas catalanes y vascos de apoyar cualquier opción que incluya a Vox.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha obtenido unos resultados mejores de lo esperado, lo que lo coloca en posición de mantenerse en el poder.
Su objetivo es reeditar el "bloque de la investidura", una heterogénea coalición de grupos de izquierda y nacionalistas que facilitaron su investidura en 2020. Sin embargo, tampoco esto parece una tarea fácil.
El presidente puede contar con el apoyo de la coalición de izquierdas Sumar, cuya líder, Yolanda Díaz, era la vicepresidenta en el gobierno de coalición que presidió Sánchez en la última legislatura.
También parece factible el apoyo o la abstención de los nacionalistas vascos de EH BIldu y el PNV. Sin embargo, convencer a los independentistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y JuntsxCatalunya será más complicado.
ERC ha sido uno de los principales apoyos del gobierno de Sánchez, pero mantiene su aspiración de un referéndum legal para la independencia de Cataluña, lo que podría obstaculizar las negociaciones.
Por su parte, Junts per Catalunya podría poner sobre la mesa de negociación la situación de su líder, Carles Puigdemont, expresidente del gobierno autonómico de Cataluña, huido a Bélgica y buscado por la justicia española por su papel en el intento de secesión de 2017.