¿Por qué se estrelló el avión en los Andes y cómo logró sobrevivir la gente?

Así sobrevivieron los pasajeros del accidente del avión en los Andes, tomando difíciles decisiones como el canibalismo

| 2024-01-10

En 1972, un grupo de 45 personas que viajaba de Montevideo (Uruguay) a Santiago (Chile), sufrieron una tragedia que ha dejado su huella en la historia de la aviación mundial.



¿Cómo se estrelló el avión uruguayo en la cordillera?

Las condiciones meteorológicas el día de su viaje eran terribles, muy mala visibilidad y fuertes turbulencias. Como consecuencia, el vuelo 571 se estrelló trágicamente contra una montaña de la cordillera de los Andes, a unos 3.500 metros de altura.

Justo en el momento del accidente, al bimotor se le desprendieron las dos alas y la cola, lo que provocó la muerte inmediata de 12 personas.

 Los 33 pasajeros restantes sobrevivieron pero a cambio de una experiencia traumática en donde poco a poco en este grupo también algunos fueron perdiendo la vida hasta que sólo 16 consiguieron ser rescatados 72 días después de la tragedia, en diciembre de 1972.

Sobrevivir al frío y al hambre en la cordillera ¿Cómo lo hicieron?

Inmediatamente después del accidente, el número de heridos graves era elevado, y muchos quedaron atrapados entre los restos del avión.

Sufriendo con heridas y el intenso frío de la región (alrededor de -30ºC por la noche) y la falta de alimentos fueron los principales elementos que provocaron la muerte de varios pasajeros y amontonaban los cadáveres dentro y fuera de lo que quedaba del avión. 

El momento más desolado fue cuando el pequeño grupo de sobrevivientes escuchó a través de una pequeña radio encontrada entre los restos del avión, la noticia de que se había suspendido la búsqueda, pues el gobierno había dado por muertos a los pasajeros.

Crearon un sociedad para priorizar su supervivencia 

Fue su capacidad para organizarse una de las principales razones por las que se mantuvieron con vida, tenían diálogo y reglas, crearon una especie de "sociedad", ya que tuvieron que aprender a recoger agua en la zona y a construir precarios refugios con fundas de asientos.

Pero llegó el momento en donde ya no había más alimento, ya no había en dónde buscar y  lo único que quedaba era  practicar el canibalismo como forma de obtener las proteínas que necesitaban comiendo la carne de los cadáveres de sus amigos y familiares muertos.

A pesar de los sacrificios morales y esfuerzos extraordinarios la mala suerte continuaba disminuyendo al grupo y es que unas cuantas avalanchas de nieve sepultaron los restos del avión en donde murieron más personas del grupo, quedando 17 pasajeros.

Las opciones se agotaron y tuvieron que ellos mismos dejar de esperar la ayuda y salir a buscarla, esto después de que Numa Turcatti uno de los amigos más resistentes y dedicados al grupo falleciera.

Fueron  Nando Parrado y Roberto Canessalos que emprendieron una búsqueda de ayuda, dos jóvenes que se encontraban en mejores condiciones físicas, decidieron arriesgarse en una misión decisiva, a través de las gélidas montañas de los Andes en dirección a Chile.

Tras 10 días de agotadora caminata, los dos llegan a un valle y allí se encuentran con el vaquero Sergio Catalán, que llama a las autoridades chilenas para por fin rescatar a los demás supervivientes 72 días después del accidente aéreo.

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