México | 2024-07-10
Hace unos días causó mucho revuelo la información de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado al talco como un agente ´probablemente cancerígeno´ para el ser humano.
Desde entonces, muchas dudas se han generado en torno a esta situación y sobre si sería necesario que las personas dejaran de usar este elemento, que se ha vuelto parte indispensable de la vida de millones de personas en todo el mundo.
Según la información, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) el talco y el acrilonitrilo, productos de uso diario, han sido catalogados dentro de una lista de agentes con potencial cancerígeno.
Dicha lista se divide en cuatro categorías:
En ese sentido, el talco entraría dentro del grupo 2A, mientras que el acrilonitrilo estaría en el grupo 1, entre los cancerígenos seguros.
La duda sobre el uso del talco nace en el 2022, cuando la compañía Johnson & Johnson retiró del mercado uno de sus talcos para bebé a raíz de que varios testimonios relacionaban a este producto con el desarrollo de cáncer.
El talco es un mineral silicato, con propiedades antisépticas, absorbentes, calmantes y antitranspirantes usado en productos de belleza, cosméticos e industriales, incluso en la agricultura.
Por su parte, el acrilonitrilo es usado en la fabricación de fibras textiles, plástico de consumo o caucho sintético; en este caso ya había estudios que confirmaban daños por la exposición prolongada y en altos niveles.
Sin embargo, la exposición a estos elementos no garantiza la formación de células cancerígenas, lo cual dependería del tiempo de exposición y otros factores no necesariamente relacionados con dichas sustancias.
Su uso, en dado caso, se recomienda que sea evitad y revisado en las políticas de salud a nivel internacional, sobre todo en el caso del acrilonitrilo.
Por otro lado, científicos advierten que los comunicados del CIIC suelen ser bastante vagos al momento de clasificar una sustancia como potencialmente cancerígena ya que no suelen decir si su uso aumenta o no el riesgo de aumentar el potencial de cáncer en humanos.
Al menos en el caso del talco no hay ninguna prueba irrefutable de que su uso genere un mayor riesgo de cáncer, por lo que aún hay mucha incertidumbre en el tema.