Ciudad de México | 2025-02-11
El tráfico de fentanilo, una droga sintética altamente adictiva, sigue siendo un problema crítico en la relación entre Estados Unidos y México. Sin embargo, expertos como Mike Vigil, exjefe de Operaciones Internacionales de la DEA, aseguran que el enfoque actual de las autoridades estadounidenses es equivocado.
Ni un despliegue de 100,000 soldados detendrá el fentanilo si no se reduce la demanda interna, afirmó Vigil en una entrevista reciente.
Según Vigil, la mayor parte del fentanilo que ingresa a Estados Unidos lo hace a través de los puntos de cruce legales en la frontera con México, no por rutas ilegales.
Datos del Instituto Cato respaldan esta afirmación: más del 90% de las incautaciones ocurren en garitas fronterizas. Además, el 86.3% de los traficantes condenados por este delito son ciudadanos estadounidenses, lo que sugiere que el problema radica más en la demanda interna que en el suministro externo.
Detener el fentanilo es un trabajo de las autoridades estadounidenses en las garitas, no de soldados mexicanos, subrayó Vigil.
Además, cuestionó las prioridades de la administración Trump. Mientras dice que combate el fentanilo, ha desviado a agentes de la DEA para que apoyen en redadas migratorias, explicó. Esto, según Vigil, debilita la lucha contra el narcotráfico.
Otro punto de tensión es el compromiso de Trump de detener el tráfico de armas hacia México. Vigil es escéptico al respecto: la Asociación Nacional del Rifle (NRA) tiene mucha influencia sobre Trump, por lo que es poco probable que se tomen medidas serias.
Recordó que la NRA apoyó financieramente la campaña de Trump, quien a su vez ha defendido el derecho a portar armas.
Los expertos coinciden en que la solución no está en aumentar el despliegue militar o culpar a México. Estados Unidos debe enfocarse en reducir la demanda interna y fortalecer los controles en sus propios puntos de entrada, concluyó Vigil. Mientras tanto, la tensión bilateral sigue creciendo, con pocas señales de avance en el corto plazo.