Estudio desmiente relación entre móviles y cáncer cerebral

*Los teléfonos móviles no causan cáncer cerebral, según un nuevo análisis de estudios científicos*

Ciudad de México | 2024-09-10


Una investigación científica concluyó que no existe relación entre el uso de teléfonos móviles y el cáncer cerebral. 

El análisis fue encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicado en la revista Environment International. 

La investigación reforzó el consenso científico de que la exposición a las ondas de radio de los teléfonos móviles no representa un riesgo para la salud, disipando temores que han persistido por años.

¿POR QUÉ SURGIÓ LA PREOCUPACIÓN?

Los teléfonos móviles emiten ondas de radio, un tipo de radiación no ionizante, y se usan comúnmente cerca de la cabeza

 Sin embargo, las investigaciones a lo largo del tiempo han sido consistentes en sus resultados: no hay pruebas de que estas ondas afecten negativamente a la salud humana.

A pesar de la falta de evidencia concluyente, en 2011 el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) clasificó la radiación de los móviles como un posible carcinógeno, basándose en estudios observacionales con resultados limitados. 

La clasificación fue ampliamente malinterpretada, lo que aumentó el temor público sobre el uso de tecnologías inalámbricas.

¿QUÉ MUESTRA LA NUEVA REVISIÓN?

Esta nueva revisión sistemática, la más completa hasta la fecha, incluyó más de 5.000 estudios realizados entre 1994 y 2022. 

De estos, 63 estudios clave fueron analizados en detalle. Los resultados revelaron que no existe relación entre el uso del móvil y el cáncer cerebral, ni con otros tipos de cáncer en la cabeza o el cuello. 

¿QUÉ IMPLICA ESTO PARA LA SALUD PÚBLICA?

Estos hallazgos confirman que las ondas de radio emitidas por los móviles están dentro de los límites de seguridad establecidos a nivel internacional. 

Pese a ellos, los científicos insistieron en la importancia de continuar investigando, pues las tecnologías siguen evolucionando y es esencial que el monitoreo sobre los efectos de la exposición a nuevas frecuencias de ondas de radio se mantenga actualizado para garantizar la seguridad a largo plazo.

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