México | 2024-09-25
¿Te imaginas de qué tamaño debería ser una construcción hecha por el hombre para que influya en uno de los movimientos naturales de la Tierra? Pues existe una lo suficientemente grande con el potencial para hacerlo, aunque sea por milímetros.
En este caso te hablamos de una de las megaconstrucciones más ambiciosas de la historia: la presa de las Tres Gargantas en China y que es considerada la central hidroeléctrica más grande del mundo.
Esta colosal construcción, ubicada en el río Yangtsé, no solo asegura el suministro eléctrico necesario para la creciente población china, sino que también ha provocado un cambio en la rotación de la Tierra.
Según investigaciones, la redistribución del agua a raíz de esta megaobra ha afectado la inercia del planeta, desplazando el eje de la Tierra en dos centímetros, alterando la rotación en 0,06 microsegundos.
A pesar de que estas variaciones parecen ser imperceptibles para la población mundial, esto ha puesto en el debate cómo las construcciones humanas influyen no solo en el entorno sino también en el equilibrio del planeta.
Y es que por más pequeño que sea cualquier cambio en la rotación de la Tierra tiene implicaciones en la medición del tiempo en sistemas de alta precisión como son los relojes atómicos, que podrían requerir ajustes para evitar posibles errores.
Ya en algún momento te hablamos de la posibilidad de que en un futuro lejano los días podrían cambiar su duración, pasando de 24 a 25 horas; tomando eso como base, las alteraciones en la rotación de la Tierra por obras humanas también podrían causar este ajuste.
La construcción de la presa de las Tres Gargantas duró 17 años, iniciando en 1993 y terminándose en el 2009, con una capacidad de 22 mil 500 megawatts ha significado una reducción de al menos 100 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Para darte una idea del tamaño de las Tres Gargantas, la presa más grande de México, la Belisario Domínguez en Chiapas tiene una altura de 143 metros; mientras que la construida en China alcanza los 181 metros, con una capacidad que supera por mucho a la del sureste mexicano.