Orizaba | 2024-12-16
El reciente asesinato del diputado federal por el distrito de Zongolica, Benito Aguas Atlahua, y un ciudadano originario de Puebla y otros crímenes en el estado son evidencia de la crisis de violencia que se vive en la entidad, consideró el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.
"Esto confirma que todavía hay una crisis de violencia en nuestro estado, en donde una persona puede ser agredida, como sucedió en el caso del diputado, y ese es el temor que tiene prisioneras a nuestras comunidades; el temor de sufrir un atentado, el temor de que le roben la paz".
El sacerdote señaló que, si se puede matar a un funcionario, también puede ocurrir con la gente de las comunidades y pueblos.
Consideró que la gobernadora Rocío Nahle tendrá que revisar las estrategias de seguridad para responder, por un lado, a la solicitud de justicia y aclarar los crímenes que se han cometido, así como para garantizar la paz y la seguridad.
Confió en que se clarifique este homicidio y se siga trabajando para fortalecer las estrategias de seguridad y el establecimiento de paz en las comunidades y municipios, a fin de que todas las personas puedan tener la seguridad necesaria para desarrollar sus actividades necesarias.
Enríquez Báez indicó que hay rubros que son prioritarios, como lo es la seguridad, la educación y la salud, por lo que espera que se vayan atendiendo.