México | 2025-02-03
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha dado un paso firme en la consolidación y fortalecimiento del sector energético con el envío al Congreso de un paquete de reformas secundarias que buscan fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Se trata de una estrategia integral que no solo busca recuperar el control del sector por parte del Estado, sino también establecer mecanismos eficientes de participación público-privada que optimicen la operación de ambas empresas.
Uno de los aspectos más positivos de esta iniciativa es que no se excluye la participación privada, sino que se establecen reglas claras y mecanismos que permiten una colaboración ordenada y transparente.
En el contexto actual de la industria energética mexicana, el paquete de reformas secundarias para Pemex representa una oportunidad significativa para fortalecer no solo a la empresa estatal, sino también para impulsar el desarrollo regional, especialmente en el sur de Veracruz.
Esta región, históricamente vinculada a la producción de hidrocarburos y petroquímicos, ha sido testigo de sinergias público-privadas exitosas, como el caso más reciente de la Terminal Petroquímica Puerto México, un proyecto conjunto entre Braskem y Advario, donde mucho tuvo que ver, Pemex.
La adquisición de Pemex de casi 200 hectáreas en Gavilán de Allende, y su posterior donación parcial al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y a las Asipona de Coatzacoalcos ayudaron a detonar el proyecto de la terminal gasera.
Este movimiento permitió que Braskem y Advario adquirieran 10 hectáreas para su terminal química, asegurando certidumbre a su proyecto gasero.
Además, el acuerdo incluyó la cesión de parte del muelle para Pemex, fortaleciendo su infraestructura logística.
Este modelo no solo amplía las capacidades de Pemex, sino que también brinda a la iniciativa privada un marco estable para inversiones a largo plazo, demostrando que la coordinación estratégica puede generar beneficios mutuos y desarrollo regional.
En el caso de la CFE, se plantea una asociación equilibrada que permitirá compartir riesgos y beneficios con el sector privado, asegurando que la empresa estatal mantenga el control mayoritario del 54% en inversiones mixtas.
Además, se abre la posibilidad de contratos de producción de largo plazo, donde al final los activos de estas plantas puedan pasar a ser propiedad de la CFE. Esto representa una estrategia inteligente para fortalecer el papel del Estado sin cerrarle las puertas a la inversión privada.
El paquete también contempla medidas para impulsar la generación distribuida y el autoconsumo, lo que permitirá a usuarios residenciales y comerciales generar su propia energía con menos barreras regulatorias.
Este enfoque democratiza el acceso a la energía y refuerza la transición hacia un modelo más sustentable, donde el usuario tenga un rol activo en la generación y consumo de energía.
Por el lado de Pemex, la reforma establece un nuevo régimen fiscal simplificado, que reducirá la carga tributaria de la empresa y mejorará su rentabilidad.
Además, le otorga preferencia en la determinación de áreas de exploración y extracción, con la opción de asociarse con privados en contratos mixtos.
Estas medidas son fundamentales para que Pemex pueda recuperar competitividad y operar con mayor solidez financiera en un entorno global desafiante.
Otro punto a destacar es la creación de la Comisión Nacional de Energía (CNE), que centralizará las funciones de regulación en un solo organismo, sustituyendo a la CRE y la CNH.
Esto representa una apuesta por una regulación más eficiente y coordinada, evitando la duplicidad de funciones y fortaleciendo la supervisión del sector.
Más allá de los aspectos técnicos y económicos, esta reforma también incorpora el concepto de justicia energética, lo que significa que el acceso a la energía se concibe como un derecho fundamental.
En este sentido, se refuerza el compromiso de garantizar tarifas accesibles y un suministro confiable para todos los mexicanos, evitando que el mercado quede en manos de intereses privados sin regulación.
Las críticas a esta reforma se centran en el temor de que un mayor control estatal pudiera desincentivar la inversión privada. Sin embargo, el diseño de esta legislación permite una participación ordenada, sin que el Estado pierda el control estratégico del sector.
La historia reciente ha demostrado que un modelo completamente privatizado no garantiza necesariamente mejores resultados para la población, y esta reforma busca un equilibrio que combine soberanía con eficiencia y sustentabilidad.
La clave del éxito de esta iniciativa estará en su implementación efectiva y en la capacidad de las autoridades para mantener un diálogo abierto con los diferentes actores del sector.
De aprobarse, estas reformas podrían marcar un punto de inflexión en la historia energética del país, consolidando un modelo más justo y equilibrado para el futuro de México.
Ayer estuvo en Coatzacoalcos, el Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez en el arranque de precampaña de los precandidatos de su partido en la región sur.
El nativo de Zacatecas, fue entrevistado en exclusiva por Diario del Istmo abordo una camioneta mientras se trasladaba del aeropuerto de Minatitlán a comer tacos al Mercado Morelos.
Habló de la importancia de Coatzacoalcos y la región sur para Movimiento Ciudadano de cara al próximo proceso electoral, así como los retos que enfrentan sus candidatos en un territorio dominado por Morena.
Vertió opiniones de la propuesta diferenciada del partido naranja frente a otros institutos políticos y su postura crítica hacia las alianzas del grupo de los Yunes con Morena en Veracruz.
Álvarez Máynez destacó en la entrevista la necesidad de involucrar a los jóvenes en la política, además, habló sobre el conflicto con Donald Trump, enfatizando que nadie gana con la inestabilidad entre México y Estados Unidos.
No se pierde en los próximos días, la extensa entrevista a través de su edición empresa y de las plataformas digitales.
Contáctanos:
joluperezcruz@hotmail.com