México | 2025-03-01
Cuando se creó el Instituto Mexicano del Seguro Social en 1943, la esperanza promedio de vida de los mexicanos era de solo 40 años.
En 1973, cuando se reformó la Ley del Seguro Social, la esperanza de vida en México había aumentado a 62 años en promedio. Eso significaba que si alguien se pensionaba a los 60 años, debería pagársele una pensión solo durante dos años más, porque después fallecía. Aclaro que estamos hablando de promedios y para facilitar el ejemplo que planteo, no incluyo aquí la parte de la pensión que se le seguiría pagando a la viuda mientras viviera.
El problema que tenemos ahora es que la esperanza de vida según algunos indicadores es de 77 años, mientras otros afirman que bajó a 73.4, porque la calidad de la salud pública ha disminuido con tanta austeridad franciscana.
Sacando un promedio redondeado estamos hablando de que la esperanza de vida es de unos 75 años. Esto significa que si alguien se pensiona a los 65, hay que pagarle una pensión durante 10 años más y si viviese 80, debería pagársele durante 15 años más, sin trabajar en nada.
Entiendo que por cuestiones de salud hay personas que no pueden trabajar a determinada edad, mientras que hay otras que podrían ser útiles aportando su experiencia y trabajando en actividades que no requieran tiempo completo, ni las hagan correr riesgo alguno su salud e integridad física.
Lamentablemente, con la mentalidad que existe aquí, solo algunos se atreven a seguir siendo útiles, a hacer algo productivo y a tener ingresos adicionales que les permitan vivir con decoro económico.
Una buena parte de los jubilados aspiran a recibir su pensión y a no hacer nada, convirtiéndose en una carga para los demás. Eso no es todo, con la inactividad muchos de ellos se deprimen, se enferman y mueren más pronto.
Como cada vez hay más pensionados y menos gente laborando, las pocas personas que trabajan tienen que sostener a las que no lo hacen con una parte de sus aportaciones a la seguridad social, mientras que el resto se cubre con préstamos y más préstamos.
Lo más extremo del abuso es que una dama que entre a trabajar a la CFE a los 20 años, a los 45 ya se puede pensionar, cuando todavía está en plena edad productiva. Si vive hasta los 75 años habrá que pagarle 30 años más sin trabajar, cuando solamente laboró 25 años. Esto gracias al generoso director pasado que saludó con sombrero ajeno y dilapidó lo que no era suyo.
Por eso y otras cosas más CFE y PEMEX tienen pérdidas cuantiosas.
No hay cama para tanta gente dicen en los ranchos.
Como ahora se acostumbra regalar dinero al por mayor, sin un verdadero control para apoyar al que verdaderamente lo necesita, sino a todo aquel que estire la mano para que así la gente esté feliz, feliz, feliz y vote por quienes regalan lo ajeno; el enorme boquete fiscal que ya existe se va abriendo más y más, haciendo que tarde o temprano nuestra economía reviente, porque vivimos de préstamos y cada vez menos personas quieren trabajar y más quieren cobrar sin dar golpe alguno, fomentándose la irresponsabilidad y la pereza. Así se destruye una nación. Hay que revisar esto para modificarlo con justicia, antes de que nos lleve el tren y los acreedores nos exijan venderles medio país para pagar la deuda. Bastante grave sería.
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.