Ciudad de México | 2025-03-08
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se conmemora la lucha por los derechos de las mujeres en distintos ámbitos, desde el personal hasta el profesional. En México, la fecha se convierte en un llamado urgente para visibilizar la violencia de género y exigir justicia por las víctimas de feminicidio.
Colectivos y activistas han convocado marchas y protestas para denunciar la violencia sistemática que enfrentan las mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia contra las mujeres es un problema de salud pública debido a sus graves consecuencias físicas y psicológicas.
Depresión, ansiedad, lesiones graves e incluso la muerte son algunos de los efectos de esta problemática, que refleja una brecha estructural en la protección de los derechos de mujeres y niñas.
La OMS expuso que el sistema de salud debe desempeñar un rol crucial en la prevención y atención de la violencia de género.
Según el Instituto de Formación Profesional y Estudios Superiores (IFPES), la violencia de género abarca agresiones físicas, psicológicas y verbales motivadas por el sexo, identidad o expresión de género. El feminicidio representa su manifestación más extrema.
El feminicidio está tipificado en el artículo 325 del Código Penal Federal y contempla diversas circunstancias que lo configuran, como signos de violencia sexual, mutilaciones, antecedentes de violencia o amenazas previas.
En enero de 2025, se registraron 54 feminicidios en el país. Sin embargo, activistas señalan que esta cifra contrasta con los 241 asesinatos violentos de mujeres en el mismo periodo, lo que sugiere un subregistro del delito. Además, persisten casos de desapariciones y agresiones no denunciadas.
La violencia contra las mujeres tiene un impacto directo en la salud pública. Atender agresiones con ácido, heridas con armas o fracturas es solo una parte del problema. La salud mental también se ve afectada por el estrés postraumático, la ansiedad y la depresión derivadas de entornos violentos.
Otro aspecto relevante es la salud sexual y reproductiva. El acceso al aborto seguro y la lucha contra la violencia obstétrica son clave para garantizar los derechos de las mujeres.
Además, la atención psicológica con perspectiva de género es crucial para acompañar a las víctimas en su recuperación.
El 8 de marzo, miles de mujeres saldrán a las calles para exigir un alto a la violencia y una garantía efectiva de sus derechos.
La lucha feminista ha conseguido avances, pero la persistencia de feminicidios, desapariciones y agresiones muestra que aún queda un largo camino por recorrer.