Ciudad de México | 2025-03-08
El 5% de los mexicanos repatriados bajo el gobierno de Donald Trump son mujeres entre 30 y 35 años.
Según Juan Guerrero, de la Fundación para el Bienestar de los Paisanos A.C., la diferencia salarial es abismal.
Mientras en Estados Unidos el salario mínimo federal es de 7.25 dólares por hora (alrededor de 1,160 pesos por jornada laboral con un tipo de cambio de 20 pesos), en México el salario mínimo de 2025 es de 248 pesos diarios.
La brecha es de 4.6 veces. Además, en varias regiones de EE.UU. los salarios varían según las leyes estatales y el tipo de empleo, mientras que en México las mujeres cuidadoras perciben aún menos.
Aunque el país ha tratado de mejorar los salarios, la brecha sigue siendo enorme. Muchas de estas mujeres se enfrentan a la incertidumbre: han trabajado durante años en un sistema que les pagaba mejor, pero aquí el sector de cuidados sigue siendo precario, explicó Guerrero.
La situación de las mujeres repatriadas se inserta en una problemática estructural: el peso del trabajo de cuidados en México.
Según la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo, las mujeres dedican en promedio 38.9 horas semanales a estas labores, lo que a largo plazo reduce sus posibilidades de acceder a empleos remunerados.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 31.6 millones de personas en el país brindan cuidados sin recibir paga, de las cuales tres de cada cuatro son mujeres.
Evangelina Moreno, diputada de Morena, instó a consolidar un sistema de cuidados mediante una reforma constitucional.
Es fundamental dignificar a sectores vulnerables como mujeres, niños, personas con discapacidad y migrantes. Los cuidados deben considerarse una base para una sociedad justa, expuso en un escrito dirigido al Congreso.
A finales de enero, mujeres deportadas de EE.UU. llegaron a Tijuana, muchas con niñas a su cargo. Una de ellas enfatizó en la necesidad de políticas públicas que protejan su derecho a un empleo digno. "No es solo el trabajo, es la estabilidad. Nos quedamos sin seguridad social, sin protecciones básicas. No es solo volver a empezar, es hacerlo desde abajo y sin garantías".
La desigualdad económica es una de las violencias más severas contra las mujeres.