Ernesto Meza Acatl, conocido como “El Meza”, empezó a conocer del oficio como peluquero a sus 14 años; ni las nuevas barberías y mucho menos la pandemia han podido contra ese oficio, de los más antiguos que se conocen. Aun en los momentos complicados, sus clientes no lo han dejado solo.
Es originario de la localidad de San Felipe de Jesús del municipio de Comapa, pero tiene cerca de 21 años en Xalapa y aquí hizo su vida. Fue por herencia de su abuelo y su papá que aprendió de peluquería.
“Y seguimos en esto. Yo lo aprendí a temprana edad, pero cuando está uno en una edad donde no se centra uno así pasa, y he tenido varios trabajos, pero no se está (quieto) uno; fue hasta que me hice de mi mujer que empecé a tomar decisiones, a agarrar mi oficio y desde entonces tengo 16 años en esto”.
Ahora, a sus 40 años, no se imagina en otro trabajo que no sea este.
Tiene 11 años en el local ubicado sobre la avenida Ignacio de la Llave 85, aunque años atrás estuvo laborando en otras peluquerías que con el paso de los años se han ido extinguiendo.
“Cuando llegué a Xalapa entré como peluquero y después me salí; para entonces estaba yo soltero y se me hacía fácil estar aquí o allá, pero llega el momento en que tiene uno que centrarse a buscar lo más seguro y hasta el momento aquí seguimos”.
Conoció a su esposa en la capital del estado y ahora es uno de los peluqueros más conocidos de la ciudad por los años en que ha ejercido ese oficio, que poco a poco va disminuyéndose.
Los primeros meses de la pandemia fueron los más difíciles para él porque el trabajo estuvo casi muerto, derivado del temor entre la gente ya que muchos entraron en pánico y no sabían qué hacer, recuerda que en esos tiempos hasta escasez de productos hubo.
Sin embargo, refirió que con el paso del tiempo se fue restableciendo y ahora asegura que el trabajo se ha regularizado porque sus clientes no lo abandonan.
“Hasta ahorita no he cerrado, se escuchaba que cerraban locales pero a mí no me pidieron que cerrara y seguimos trabajando normal, a mí me respetaron no cerrar pero hubo locales que los cerraron dos o tres veces, sobre todo los bares y los antros que estuvieron cerrando”, añadió.
Otro momento complicado lo vivió al detectar un problema de salud derivado de una infección en riñón que lo obligó a cerrar algunas semanas.
“Por eso cerré como 20 días, ya las personas que me conocían pensaban que había cerrado porque probablemente tenía covid, pero regresé y les comenté la razón por la que había cerrado y mira, acá estamos”, dijo.
“Meza”, como lo conocen sus clientes y amigos, afirmó que ha sido afortunado, porque aunque mucha gente perdió sus empleos él sigue firme, incluso ya está vacunado contra el COVID-19 y ha podido mantenerse en pie y darle sustento a su familia.