La vainilla, 'tesoro' veracruzano, está amenazado por un país de África, a pesar de contar con la denominación de origen. Sin embargo, el cambio climático, el crimen organizado y el descenso de su producción en la entidad podría causar escasez a largo plazo.
Papantla compite con Madagascar y aunque la denominación de origen corresponde al producto veracruzano, el país africano produce mayores cantidades de la planta, lo que pone en desventaja a los productores locales.
“El país potencial es Madagascar en cuanto a producción y luego México, pero en cuanto a calidad es la de México por reunir todas las características. La denominación de origen es de Papantla y es nuestro orgullo. Somos de Papantla, el lugar que perfuma al mundo", expuso la productora Erica del Castillo.
Aunque es un ingrediente 100% mesoamericano, hoy también se produce en Madagascar, Indonesia, China y Turquía. Estos dos primeros se posicionan en la actualidad como los principales productores y exportadores en el mundo.
Anualmente, estimó Erica del Castillo, se producen casi 20 mil toneladas de vainilla en Papantla, pero este 2020 bajó hasta 12 mil.
La mayoría de los productores de Papantla tienen su mercado a nivel nacional, pero hay empresas que hacen envíos al extranjero.
Este año se complicó exportar el producto de Veracruz debido a que el cambio climático afectó la floración.
"Ha bajado mucho la producción, ¿Por qué? Porque con estos calores tan intensos se caen los frutos y es poca la producción. De pronto con tanto calor, la floración se cae”, lamentó Erica del Castillo.
Una investigación difundida en 2017 en México reveló que ahora la delincuencia organizada se enfoca en los cultivos de vainilla. Y es que este cultivo, tan utilizado para la elaboración de comidas y postres, tiene alta cotización.
Autoridades policiales revelaron que el 80% de productores del país ha sido víctima de robo armado de su producto.
La investigación detalló que se puede encontrar el kilo de planta verde de vainilla a 500 pesos (27 dólares, aproximadamente) y ya procesada subir hasta 12.000 pesos por kilogramo (667 dólares).
Según el investigador Juan Carlos Guzmán Salas, de la Universidad Autónoma de Chapingo, estos costos causan “una cadena de robos y corrupción entre los que roban la vainilla y los procesadores que de forma ilegal la procesan”.
El robo masivo de la vaina por el crimen organizado es insostenible, ha advertido Juan Carlos Guzmán Salas.