El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que la dirigencia estatal del PAN fue ganada por Federico Salomón Molina, con lo cual dio por terminada la disputa que había por la presidencia del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional.
De esta forma, quedaron agotados todos los recursos promovidos por el otro candidato, que era el ex dirigente Joaquín Guzmán Aviles.
La disputa por la dirigencia del PAN, llevaba varios meses, pues en el cómputo, originalmente se le había dado el triunfo a Federico Salomón Molina, posteriormente, el Tribunal Estatal Electoral anuló la elección.
Luego de ello la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó repetir el proceso, y ahora finalmente la Sala Superior resolvió reconocer el triunfo de Salomón Molina.
Parte de los argumentos que había presentado Joaquín Guzmán Aviles era que la sustituición de la candidatura de su oponente no había sido legal, sin embargo la Sala Superior definió que la decisión del Comité Ejecutivo Nacional del PAN de autorizar la sustitución de Tito Delfín por la de Federico Salomón fue conforme a los estatutos internos de dicho partido.
Porque se derivó de la detención de un candidato, y por tanto una situación extraordinaria, no prevista en los estatutos ni en la convocatoria, por lo que permitir la candidatura de Federico Salomón resulta conforme a la autodeterminación de los partidos políticos.