Xalapa

¡Talento y pasión! Frida Cortés, digna exponente del ballet en Xalapa

Xalapa | 2022-06-03 | Bibiana Varela

Amante de la danza y fiel a los escenarios, así es Frida Suseet Cortina Cortés, quien desde niña sabía exactamente el rumbo que tomaría su vida: ser bailarina de ballet.

Nacida en una familia de bailarines, Frida soñaba con pisar los escenarios e interpretar coreografías de ballet.

“Mis papás son bailarines. Mi mamá se dedicó a bailar y aún es parte el ballet folclórico de la UV, bailó 30 años para el ballet y ahora es directora del área de vestuario; y mi papá salió de la Facultad de Danza Contemporánea e ingresó al ballet folclórico.

“Me tocaba ver el proceso del ballet folclórico. Eran a veces horas y horas interminables, yo llevaba mi cobijita y mis juguetes y ahí estaba viéndolos”, recordó emocionada.

Ayudar a su madre a bajar su vestuario y seleccionar las cosas de utilería, la llenaba de ilusión. Pero nada se comparaba con ser testigo del mágico proceso de transformación, cuando sus padres se convertían en otras personas al salir a la función y, tras bajar del escenario, volvían a ser solo ‘mamá y papá’.

UN GIRO RADICAL

Pero el sueño de Frida tuvo que aplazarse un tiempo. Sus padres eran conscientes de lo poco redituable que era la danza, por lo que le aconsejaron estudiar otra carrera.

“Mis papás, por ser bailarines, siempre me decían ‘la danza no te va a dejar’, ‘a la danza no te vas a dedicar’, ‘tienes que estudiar otra cosa’. A pesar de que les decían que yo tenía habilidades para el ballet, ellos decidieron retirarme un poquito”.

Fue así como decidió estudiar Mercadotecnia, la cual supo combinar con el mundo artístico, al convertirse en coordinadora del certamen Miss Xalapa.

LA GRAN OPORTUNIDAD

Sin embargo, la danza estaba destinada para ella. Cuando tenía 20 años, un grupo de amigos que estudiaban danza la motivó a tomar clases, por lo que llegó con una maestra en su natal Banderilla, quien al ver su gran potencial, la animó a buscar otras academias para poder explotar su talento.

Poco tiempo después el destino la encontró con la maestra Emmanuelle Lecomte, quien le aportó los conocimientos para poder llegar hasta donde se encuentra hoy.

Con 10 años de trayectoria, Frida ha tenido la oportunidad de formarse en Cuba y bailar en varios recintos del Estado, así como en otros lugares del país.

Asimismo, forma parte del grupo artístico Cardinal Ballet y, desde hace siete años, dirige su propia escuela de ballet en Banderilla, donde comparte sus conocimientos y experiencia con los niños.

Ahora, no concibe su vida sin la danza ni fuera de los escenarios, donde espera dejar un legado que perdure por muchas generaciones.