El migrante originario de Xalapa, Alejandro Hernández Fuentes, quien perdió la vida en el colapso del puente de Baltimore, no será repatriado a Veracruz.
Hernández Fuentes, de 35 años de edad, residía en Estados Unidos desde hacía varios años, donde formó una familia con su esposa y sus cuatro hijos.
Ante esta situación, se ha decidido que su cuerpo permanezca en suelo estadounidense, donde había establecido su vida.
La muerte del joven veracruzano Alejandro Hernández Fuentes, ocurrida durante el colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore, Estados Unidos, ha conmocionado a sus compañeros de trabajo.
De acuerdo con informes de medios locales, el veracruzano estaba profundamente concentrado en su trabajo, lo que le ganó la admiración de sus compañeros, aunque inicialmente algunos tuvieron dificultades para empatizar con él.
"Si eres vago o no haces tu trabajo según sus estándares (de Alejandro Hernández), no te llevarás bien con él", dijo John Huntzberry, quien laboró con el joven migrante de Veracruz . "Tienes que demostrar que eres digno de su amistad".
Alejandro fue descrito como una persona con una gran personalidad que contrastaba con su baja estatura, dijo Knutson. "Era el tipo más amable que jamás haya existido, pero no querías ponerte del lado malo de él, porque no aceptaba las malas palabras de nadie", dijo Knutson.
Con el tiempo, sus compañeros descubrieron que este hombre originario de Xalapa, Veracruz, era un padre dedicado, con cuatro hijos en Baltimore, además de ser un individuo altruista, devoto de su familia y activo en su comunidad religiosa.
“Es muy importante en la iglesia cristiana tratar de ser como Cristo y tratar de ser amable, bondadoso, afectuoso, amoroso y compasivo con los demás. Y él era todas esas cosas”, dijo Huntzberry.