“La gente necesita un poco más de diversión”, considera Raúl Hernández, quien con el rostro pintado y un singular sentido del humor, sale a las calles de Xalapa para ganarse unos cuantos pesos en lo que más le gusta: hacer reír.
Todos los días Raúl acude al crucero de Enríquez y Clavijero, donde con maquillaje blanco y kilos de improvisación adopta el personaje de mimo, el cual lo ha acompañado desde hace seis años.
Un trago amargo lo hizo introducirse en el arte callejero. Su hijo Axel Nicolás, de entonces 5 años, permaneció internado cerca de cuatro meses debido a problemas respiratorios; su salud cada vez empeoraba más y Raúl no hallaba la salida.
“Mi chiquillo se me estaba muriendo… por eso lo hice; no sabía cómo conseguir dinero, y robando pues no. No encontraba otra solución más que la calle… fue algo fuerte para mí ese momento”, relató.
En su desesperación, robar e incluso secuestrar fue lo primero que le vino a la mente; sin embargo, prefirió probar suerte como albañil y “mil usos”, o hasta pedir una moneda honradamente antes que delinquir.
Desde ahí, ser mimo se ha convertido en parte de él… un sello que ha logrado grabar en los conductores xalapeños.
En un día de trabajo, Raúl llega a ganar hasta 250 pesos; no obstante, hay ocasiones en donde apenas logra juntar unas cuantas monedas, debido principalmente a la desconfianza de la gente.
Y es que con la creciente inseguridad, los conductores prefieren subir sus ventanillas para evitar ser víctimas de algún asalto.
“Les da miedo ir con la ventanilla abajo porque les han robado, les han arrebatado sus celulares, bolsas, mochilas… por pocos, pagamos todos”, dijo consternado.
Pero sabe que, en tiempos difíciles como los que se viven actualmente, la gente necesita más diversión, por lo que, en lugar de desistir, sale con más entusiasmo para recibir su mejor pago: una sonrisa genuina.
“No sabes cómo vienen de su casa; salen estresados, apurados, pero para eso estoy, para hacerlos reír un rato, que se vayan divirtiendo con su familia. Si me dan, bien, y si no, que les vaya bien… yo soy feliz cuando la gente se va con una sonrisa”.