El uso inadecuado de tranquilizantes genera inestabilidad emocional y conflictos graves en la familia, estos fármacos solo deben usarse bajo prescripción médica, explicó la psiquiatra del Hospital General de Zona (HGZ) N° 11, Sol Esther Domínguez Méndez.
La reciente emergencia sanitaria provocada por el COVID-19 es un hecho histórico para el que nadie estaba emocionalmente preparado; de manera natural y normal, se dan respuestas adaptativas que con frecuencia se acompañan de ansiedad, tristeza, irritabilidad y alteraciones del ciclo del sueño; por lo que se debe limitar el uso inadecuado y el abuso de tranquilizantes para controlar estas molestias, detalló.
Asimismo, se debe evitar regalar, compartir o recomendar este tipo de medicamentos, incrementar las dosis prescritas por un profesional; no hay que olvidar que cualquier medicamento puede generar efectos adversos, que implican el riesgo de que el paciente desarrolle tolerancia y/o dependencia, señaló.
Los tranquilizantes o relajantes de origen natural tampoco están exentos de riesgo, a pesar de que son de uso común, estos también deben ser indicados por un profesional que tenga conocimiento sobre herbolaria; particularmente cuando se habla de algunas plantas que se utilizan como antidepresivos.
Abundo en que las medidas conductuales pueden dar un mayor beneficio con un menor riesgo, como, hacer actividad física moderada, mantener una rutina diaria, hacer ejercicios de respiración, aromaterapia o escuchar música, ya que pueden ayudar a manejar la tensión emocional.
Por último, la especialista refirió que si estas medidas son insuficientes porque persiste o crece el malestar, se debe acudir con un especialista, o si ya acudió con uno, debe regresar con él para que éste incremente las dosis o la frecuencia del consumo.