El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, justificó hoy su negativa a ajustar las tarifas de taxis en la entidad para frenar los abusos de los choferes, ya que según el mandatario, esto provocaría problemas de inflación.
García Jiménez aseguró que ya ha apoyado al sector al bloquear la entrada de servicios como Uber a la entidad y detener la entrega de placas.
Durante su conferencia de prensa, el gobernador reconoció que “el problema es real” con las tarifas; no obstante, los ruleteros reciben otras ayudas como el control en los precios de las gasolinas.
El presidente de la Federación Veracruzana de Transportistas, Jesús Prieto Villegas, denunció fraude en la entrega de concesiones durante la actual administración estatal, al entregar el mismo folio hasta en dos ocasiones.
Dicha federación detectó hasta mil casos de fraude en la entrega de concesiones por parte de la Dirección de Transporte y presentará denuncias penales.
García Jiménez minimizó la postura de la federación al señalar que se trata de un pequeño grupo de trabajadores del volante que tienen vínculos con el senador panista Julen Rementería del Puerto.
Sostuvo que los taxistas inconformes serán atendidos, pero advirtió que estos buscan que las tarifas de transporte sean incrementadas para luego usar ese argumento contra su propio gobierno.
El gobernador sostuvo que su gobierno ha apoyado a los taxistas esencialmente en dos rubros que considera importantes para “proteger” a este sector.
Yo me opuse a entregar más placas y dejar entrar aplicaciones porque necesitamos proteger a los legítimos choferes”, afirmó.
Aun con ello, el gobernador afirmó que su gobierno no ha reparado en sostener reuniones con grupos de taxistas, indicando que los que actualmente están inconformes ya tuvieron dos encuentros con él, pero sentenció que algunos “lidercillos” querían entrar en una “dinámica de los gobiernos anteriores” de tener placas extras.
El mandatario reiteró que, si se abre la puerta al mecanismo de entregar nuevamente placas, el número de taxis se incrementará y con ello se afectará directamente al taxista que tiene en una unidad su única fuente de ingresos.
Finalmente, admitió que el problema de las tarifas es real; sin embargo no se pueden autorizar incrementos, dado que esto incidiría directamente en un incremento de la inflación, lo que no puede solaparse.
Máxime que el gobierno federal es férreo impulsor de las medidas contra dicha inflación, conteniendo sobre todo los precios de los combustibles como diésel y gasolina.