Piden ampliar programas en pro de los niños; vulnerables ante pandemia

Es necesario ampliar temporalmente los programas de bienestar y protección social para grupos vulnerables, ya que la pandemia de COVID-19 ha afectado a la infancia en México y a las familias más pobres, expuso Christian Skoog, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en un foro virtual, transmitido en vivo, con  Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim). 

Durante el foro, Christian Skoog de Unicef, México, refirió que Coneval ha estimado el efecto de la pandemia de COVID-19 sobre la pobreza y se prevé que a fin de año habrá un incremento de 10 millones de personas cuyos ingresos serán insuficientes para adquirir una canasta alimentaria básica, así como bienes y servicios básicos. 

Dicho en otras palabras, la pandemia podría incrementar 10 millones adicionales a los más de 61 millones de personas en pobreza. 

“Conocemos que niñas, niños y adolescentes experimentan la pobreza de una forma más acentuada que la población en general, estamos hablando que más o menos el 50 por ciento de los niños se encuentran en pobreza, mientras que la población en general tiene como un 42 por ciento en esta situación”, explicó Skoog. 

Además, los cambios en los ingresos de las familias pueden afectar el bienestar de la infancia y adolescencia. 

“Las crisis obligan a las familias que viven en situación de pobreza, a tomar decisiones que pueden tener efectos perjudiciales para niñas y niños, que tienen que ver con educación y nutrición pero también con trabajo infantil, advirtió. 

En este escenario es necesario analizar la situación de las niñas y mujeres adolescentes en particular, en quienes ha recaído gran parte del trabajo doméstico en tiempos de confinamiento. 

Ante ello, la UNICEF “reconoce la protección social como un mecanismo esencial para reducir las vulnerabilidades de toda la población. Unicef cuenta con evidencia donde se demuestra el efecto de los programas de protección social en la reducción del trabajo infantil”. 

“Recomendamos al gobierno la ampliación temporal de los actuales programas de bienestar y protección social para grupos vulnerables en respuesta al COVID-19. Como medida de corto plazo es importante otorgar beneficios adicionales a más de 16 millones de familias más pobres y vulnerables que ya se benefician regularmente de dichos programas y recomendamos ampliar la oferta de los programas de protección social para cubrir a la población que se encuentra por fuera de los programas de bienestar”, destacó expuso Christian Skoog, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). 

Se estima que en México, 3.2 millones de niñas y niños de 5 a 17 años trabajan en actividades económicas no permitidas o en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas; y la crisis económica derivada de la pandemia por Covid-19 puede incrementar y agravar el problema del trabajo infantil.