Asado, en esquite y con chile 'del que pica', un elote conquista a cualquiera
Nada más mexicano que el elote; tiernito, asado o hervido, con ese tronar característico desprendiendo su juguito entre los dientes.
"¡Hay asados! Hay elotes, hay asados, esquites", se oye por las calles de Xalapa el grito de Maximino.
Antes, lo anuncia ese único y característico olor de la hoja del elote sobre las brasas del carbón al rojo vivo.
¿Cómo describir el olor del elote asándose con su hoja? Así, ahumadito, a elote asado, es un olor conocido por todas las y los mexicanos.
Se asa el elote junto con su hoja, se le inserta el palo, se desgrana si se quiere en esquite o se muerde si se quiere entero.
Se mezcla entre el sabor con un toque de sal, limón, mayonesa y queso, al gusto de cada paladar.
"¿Chile del que pica o del que no pica?", Pregunta Maximino, porque el elote se acompaña con otro gran elemento mexicano, "el pueblo del maíz": el chile, en sus grandes variedades.
El que pica, pica riquísimo; aún con el "sss" que provoca en la boca; pero también sin chile se saborea delicioso, o con el que "pica poquito" para quienes así lo prefieren. El sabor del asado da un toque exquisito.
Si elige elote, puede disfrutarse ensartado en el palito redondo de madera; y si elige esquites, se sirve en las hojas del elote "como si fuera un tamal ", comparte Maximino, lo cual es una gran opción no solo de tradición y de sabor, sino ecológica.
El grito de "hay asados" de Maximino se oye pregonar desde hace 10 años por las calles de Xalapa, ofreciendo uno de los alimentos más tradicionales y base de la cultura mexicana, lo cual además es sustento económico para muchas familias.
Al caer la tarde, el olor del elote asado que toca la nariz de solo mencionarlo se acompaña con el pregonar de quienes ofrecen este delicioso alimento muy mexicano, que ha conquistado hasta a los extranjeros desde tiempos prehispánicos.
Sin duda, el elote mexicano, y más aún si es asado, es uno de los platillos más arraigados en la cultura, alimentación y orgullo mexicano "para chuparse los dedos".