A 13 años de que la experiencia y compromiso de que una enfermera se diera cuenta que una ampolleta de un medicamento llamado Avastin, se veía irregular, se logró evitar que niños recibieran medicinas falsas para sus tratamientos oncológicos.
Igual gracias a esa oportuna acción de dicha empleada del Centro Estatal de Cancerología se detectaron casi 47 mil kits de detección de VIH sin registro sanitario y 16.8 toneladas de medicamentos diversos caducos en las bodegas de la Secretaría de Salud.
Sin embargo, a 13 años, ningún ex funcionario estatal ha sido sancionado, y aunque pública y mediáticamente el señalamiento fue contra el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, ni siquiera fue durante su gestión cuando ocurrió ese hecho, pero sí fue cuando se dio a conocer.
Aunque se presentaron denuncias tanto ante la Fiscalía General de la República, como ante la Fiscalía General del Estado de Veracruz, ninguna derivó en la consignación de presuntos responsables ante algún juzgado, o al menos no que se haya informado públicamente.
Fue el 14 de junio de 2010, cuando una enfermera identificó una ampolleta de medicamento Avastin (Bevacizumab) de 400 mg, abierto, manipulado y con material extraño, lo cual fue reportado por la enfermera encargada de su aplicación, sin que dicho medicamento haya sido administrado a ningún paciente.
La Secretaría de Salud del estado solicitó la evaluación técnica de la ampolleta al Laboratorio Roche, ya que éste es el titular del producto. Con fecha 20 de octubre de 2010, el laboratorio Roche emitió dictamen en el que concluyó que dicha ampolleta fue falsificada.
Entre las empresas farmacéuticas encargadas de haber vendido esos medicamentos fueron señaladas, Suministros Maxbec, Lidmed SA de CV, Grupo Empresarial Heberen, Oncopharma, Sociedad Comercializadora Especialidades Médicas, y Labbsa.
Tales empresas fueron señaladas en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares de ser propiedad de los ex diputados federales Jorge Carvallo Delfín y Alberto Silva Ramos, y quienes hacían las compras por parte de la Secretaría de Salud eran Ricardo Sandoval Aguilar y Jesús Villegas Ríos.
Y fue precisamente en dicho bienio, cuando se mediatizó y politizó este asunto, derivando en la intervención de la Secretaría de Salud Federal y la Comisión Federal para Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Al final, la Cofrepis determinó que tras revisar 151 expedientes clínicos del periodo 2011-2016, de los cuales 36 son de pacientes pediátricos y 115 de adultos, en los cuales no se localizó prueba alguna de medicamento falso y, por tanto, de que se haya administrado a paciente alguno.
Sin embargo, derivado de esto, hizo una revisión en las bodegas de la Secretaría de Salud detectando el 24 de enero de 2017, 46 mil 984 piezas de “Kit de detección VIH 1&2 VIH Test” en el Almacén “A” de Insumos de la Secretaría de Salud del Estado de Veracruz y al ser revisadas se determinó que no tienen registro sanitario.
De igual forma se estableció que estaban caducos y que incumplen con toda la normatividad de etiquetado, por lo que fueron asegurados y se ordenó su evaluación técnica, resultando que no eran confiables.
Por estos hechos, se presentaron denuncias ante la entonces Procuraduría General de la República, más las que ya había presentado el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Sobre el tema de los medicamentos oncológicos falsos, el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa hizo algunas publicaciones en su cuenta de Twitter donde resaltó que derivado de una exhaustiva investigación nunca se comprobó que se haya suministrado agua a niños con cáncer.
“Esta monstruosidad sólo ocurrió en las mentes retorcidas de quienes inventaron esta #FakeNews y en el morbo de quienes desean que sea verdad para continuar linchándome a través de las redes sociales”, tuiteó el 2 de agosto del 2022, y ha sido lo último mencionado sobre el tema.
Sin embargo, existen 2 denuncias ante la hoy Fiscalía General de la República en un proceso aún de integración.