El exdirigente estatal del PRI, Américo Zúñiga Martínez, confirmó la veracidad de la carta donde más de 200 militantes solicitaron a su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, una renovación de la dirigencia en Veracruz.
Resaltó que tal sustitución sea apegada a derecho y no solo un “cambio de nombres”, por lo cual, señaló que debe dejar el cargo el actual presidente del Comité Directivo Estatal, Marlon Ramírez Marín.
El primer paso, dijo, es que se emita la convocatoria para renovar la dirigencia, pero que ante todo, no se “hagan acuerdos en lo obscurito”, pues quien releve al actual comité debe ser un “militante probado”, pues se sabe que ya hay varios aspirantes que traen “padrinazgos”.
“Debe ser un militante probado, que escuche y que ponga en consideración a todas las corrientes que hay de en Veracruz. Sabemos también con claridad que hay políticos que tienen ciertos vamos a llamarle así padrinazgos”, expresó.
Y agregó “necesitamos a alguien que tenga la capacidad de hacer de una autocrítica al interior del partido para revisar todo lo que no hemos podido hacer, para entender con humildad que los resultados que se han tenido en las últimas elecciones no fueron los deseables”.
Zúñiga Martínez consideró que este proceso interno es una oportunidad para tomar en cuenta a todas las corrientes internas, pues desde su punto de vista, la actual dirigencia que encabeza Marlon Ramírez ha cumplido ya con sus tiempos jurídicos y políticos.
“Se debe de hacer una profunda reflexión al interior de mi partido, se debe de hacer un análisis exhaustivo que nos dé un diagnóstico de lo que ha sucedido, cómo ha sucedido y replantear la estrategia; por supuesto, hacerlo en el marco de la renovación de la dirigencia, que debe de ser una renovación integral”, refirió.
Entre los puntos que los exdirigentes, exalcaldes, exdiputados y militantes en general solicitaron a su dirigente nacional, está la unidad, inclusión y participación de todas las voces del PRI en la nueva dirigencia.
El exdirigente del tricolor, señaló que se debe partir de que “hay una militancia sentida, una militancia enojada a la que se le debe de ir a buscar”; también se debe dialogar con aquellos que se alejaron del tricolor y que en su momento, fueron buenos alcaldes, diputados, regidores.