La integrante de la Asociación Civil Akelarre, Jaqueline Estrada, consideró que en el confinamiento por el COVID-19 es importante que se denuncie no solo cuando hay fiestas en los domicilios particulares, sino cuando hay casos de violencia contra las mujeres.
Refirió que en una crisis como la que se vive actualmente se puede observar que existe un proceso de desnormalización de la violencia contra el sector femenino de la población.
“Mucho de lo que se está diciendo ahorita desde las organizaciones y personas que estamos desde la ciudadanía es que no solo se denuncie a los vecinos o vecinas que están saliendo o haciendo fiestas o incumpliendo protocolos, sino también a aquellos vecinos y personas que están violentando a las mujeres”, dijo.
La feminista señaló que lo anterior habla de una desnormalización de la violencia, y que en medio de emergencia sanitaria la sociedad está poco a poco teniendo una mirada con perspectiva de género.
“Quiere decir que en cada crisis estamos viendo cuáles son los impactos de éstas crisis a la vida de las mujeres, no solamente el tema de salud en general sino cómo esto está afectando a las mujeres”, añadió.
Consideró que la contingencia por COVID-19 está dando muchas lecciones puesto que se viene de un proceso del 8 de marzo y 9M en el que se mostró mucha fuerza por parte de quienes salieron a las calles.
Señaló que luego de ese movimiento las redes sociales han ayudado a poner el tema de la violencia contra las mujeres en el centro del debate.
“Y ahora que estamos en esta crisis se ha tomado atención en que en el caso de las mujeres hay una situación de violencia. Lo que se ha estado proponiendo ha sido principalmente llamar a algunas líneas telefónicas, en este caso la Red Nacional de Refugios ha puesto a disposición una línea donde las mujeres pueden llamar para pedir tanto una asesoría telefónica como una asesoría jurídica”, añadió.