Lamenta Iglesia en Veracruz muerte de sacerdotes por violencia y disputas del narco

El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, condenó que la violencia también haya cobrado la vida de muchos servidores religiosos en Veracruz y el país desde hace tiempo. 

Pese a ello, aseguró: "Tenemos 37 municipios, el Seminario sigue creciendo. Todo va caminando bien, no han faltado problemas, pero todo va caminando bien. Los sacerdotes trabajan muy bien".

Antes de la misa dominical, hizo un recuento de los sacerdotes asesinados y criticó la violencia que persiste en Veracruz y el país. 

"Ha habido bastante violencia no solamente en todo el estado. Ustedes saben que han asesinado como a 5 sacerdotes. Hace años fueron testigos de lo de Poza Rica, Tuxpan. Ha habido asesinatos de ministros, de un sacristán".

Y es que el Centro Católico Multimedial (CCM) en México lamentó el asesinato del sacerdote franciscano Juan Antonio Orozco Alvarado el sábado 12 de junio, quien junto a otros laicos que lo acompañaban quedó en medio del fuego cruzado de bandas criminales.

“De acuerdo con los datos proporcionados por responsables de la provincia franciscana a la que pertenecía, el religioso y párroco, junto con otros laicos que le acompañaban, quedó en medio de un fuego cruzado entre cárteles rivales”, indica la nota del CCM.

El sacerdote que era párroco en Santa Lucía de la Sierra, en el municipio de Valparaíso en el estado de Zacatecas, se dirigía a celebrar Misa “en la comunidad tepehuana de Pajaritos y en Mezquital, Durango, quedó en el fuego cruzado, esto en el área de la carretera en los límites de los Estados de Durango y Zacatecas”.

El CCM informa que con la muerte del P. Orozco Alvarado, ya son “tres las muertes de clérigos ocurridas en circunstancias violentas en el presente sexenio 2018-2024”. 

El 23 de agosto de 2019, el sacerdote José Martín Guzmán Vega fue apuñalado en las afueras de su parroquia en la comunidad de Cristo Rey de la Paz, en la diócesis de Matamoros.

El 27 de marzo de 2021 fue asesinado en Dolores Hidalgo el sacerdote Gumersindo Cortés, quien pertenecía a la Diócesis de Celaya y ejercía su ministerio en la parroquia de Cristo Rey, en la comunidad Mesa de López.