Xalapa, la capital veracruzana, se caracteriza por guardar historias en cada edificio, casa, callejones y calles, llegando a formar parte de la cultura popular de los xalapeños o de los foráneos que llegan a vivir aquí.
El primer cuadro de la ciudad está repleto por leyendas increíbles, que han quedado en la memoria colectiva de generaciones que aún cuentan haber sido testigos de estas experiencias o sus familiares más cercanos.
Una de las leyendas más contadas es “La Mujer de los Taxis” en donde se narra que, en una noche decembrina, con neblina y ligera llovizna, un taxista manejaba por las calles de la ciudad en busca de pasajeros, y luego de tantas vueltas logró encontrar un pasaje que le pidió lo llevara la colonia El Tejar.
Siendo en ese entonces, el Tejar una colonia algo solitaria y peligrosa a altas horas de la noche, encontrándose rumbo a la salida a Veracruz.
Luego de dejar al pasajero en su destino, el taxista pasó por el cementerio de Palo Verde, que se encuentra a un costado de El Tejar, en dónde una mujer vestida de negro le hizo la parada, pero lo que le llamó la atención al conductor fue la expresión de la mujer que presentaba una cara de preocupación y angustia.
Al verla preocupada el taxista le pregunto qué hacía a esas horas de la noche, sola y en un sitio tan oscuro, añadiendo que la frialdad de la madrugada podría hacerle daño ya que no portaba abrigo alguno.
Sin atendar a sus palabras, la mujer subió al taxi, y le pidió que la llevara a la calle Altamirano, limitándose a responder que se le había hecho tarde platicando con algunas amistades.
Al llegar a la dirección que le indicó la mujer, ella se bajó el taxi y le solicito al conductor que la esperara argumentando que no tardaría, al pasar un tiempo ella salió con un semblante más tranquilo y le pidió al taxista que la regresará al sitio en donde la había encontrado.
Cuando llegaron al punto ella se preguntó el costo de las corridas, y al escuchar la cantidad le dijo al taxista que en ese momento no contaba con efectivo y que le dejaría la dirección de su casa para que pasara en la mañana a cobrar la cantidad acordada.
El chófer acepto la propuesta y la mujer le entregó una tarjeta con la dirección de su casa.
El taxista se fue un tanto desconcertado y al día siguiente, como habían acordado, el conductor se presentó en la dirección indicada, al tocar la puerta le atendió un hombre, se trataba del esposo de la misteriosa mujer.
El taxista le explicó al hombre el motivo de su visita, explicándole lo que había sucedido la noche anterior, él esposo, asombrado y desconcertado puso una cara de desolación y le comentó que no era la primera vez que un taxista llegaba a la puerta de su casa para tocar y pedir el pago de sus servicios.
Ya que su esposa solía hacer eso con frecuencia, pero lo sorprendente es que le reveló que su mujer había fallecido hace varios años atrás, a causa de una pulmonía fulminante, esto en la casa materna de la calle Altamirano en una noche de diciembre.
Es por ello que al parecer el alma de la mujer no podía descansar.
Se dice que cada diciembre "La mujer de los taxis" hace acto de presencia reviviendo su trágica historia antes de morir.
A lo largo de los años, historiadores han documentado leyendas, historias y cuentos de Xalapa, en donde se pueden leer cientos de relatos que han marcado a más de una generación.