Tras dos amparos a su favor, uno de los cuales le otorgaba la libertad inmediata, Ana Georgina Domínguez Macías, oriunda de Coatzacoalcos y extrabajadora de PEMEX, quedó libre tras 13 años en prisión, aunque no fue absuelta de los cargos. A través de medios ella siempre ha afirmado su inocencia.
La mujer, detenida el 9 de septiembre de 2009 en aquel municipio, fue acusada de ser la contadora del Cártel del Golfo.
Esto tras el señalamiento de una supuesta testigo protegido de la entonces Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
De acuerdo con información hemerográfica, presuntos integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) habrían ingresado a su domicilio familiar en aquel municipio, tras una supuesta llamada anónima que alertaba de la presencia de miembros del crimen organizado en el sitio.
La mujer y su esposo fueron golpeados delante de sus hijos y posteriormente sacados de su domicilio a la fuerza.
Ana Georgina Domínguez Macías fue trasladada a la Ciudad de México, tras una serie de torturas y vejaciones en su contra, donde fue acusada de delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito y otros delitos.
Debido a que su caso se ventiló en el viejo sistema de justicia penal, la pena privativa de libertad en caso de ser encontrada culpable ascendía a 8 años, sin embargo, la mujer pasó 13 años presa sin recibir sentencia.
Derivado de esta situación, interpuso un juicio de amparo ante un juez federal con sede en Matamoros, Tamaulipas; el juzgador ordenó, en febrero de este año, la “inmediata libertad” de la mujer que en los últimos años pasó su proceso en Almoloya de Juárez, por cuanto hace al delito de enriquecimiento ilícito.
Además, otro juez, el Cuarto de Distrito en Materia de Amparo y de Juicios Federales con sede en el Estado de México, resolvió en agosto de 2022, que la mujer tenía derecho a la revisión de la prisión preventiva oficiosa con la que se encontraba recluida.
Ello debido a que ya había solicitado previamente al juez de su causa penal que realizara una revisión de la misma, pues aunque inicialmente fue acusada con el sistema inquisitivo, los propios artículos transitorios del Código Nacional de Procedimientos Penales permitían que se hiciera una revisión tomando en cuenta al nuevo sistema adversarial.
PROCESO LENTO
En una entrevista concedida en agosto a diversos medios y periodistas nacionales, la porteña reclamó el retraso en su proceso.
“Llevo 13 años sin abrazar a mis hijos, exijo justicia y mi liberación. Yo no cometí ningún delito y ahí están las pruebas. ¿Quién me va a regresar esos 13 años y lo que falta?”, reclamó entonces la mujer.
“Realmente es desesperante de verdad, es muy muy desesperante que no resuelvan. Yo sé que no soy la única, son miles de casos, son miles, miles, pero ya nos dimos cuenta que si uno no alza la voz y no dicen, ‘eh, está pasando esto y pasó y sucedió esto’, nadie hace caso, nadie hace nada, y ellos siguen haciendo y deshaciendo con este tipo de casos de fabricación de delitos”, agregó.
“Realmente es desesperante de verdad, es muy muy desesperante que no resuelvan. Yo sé que no soy la única, son miles de casos, son miles, miles, pero ya nos dimos cuenta que si uno no alza la voz y no dicen, ‘eh, está pasando esto y pasó y sucedió esto’, nadie hace caso, nadie hace nada, y ellos siguen haciendo y deshaciendo con este tipo de casos de fabricación de delitos”, agregó.
Finalmente, Ana Georgina dejó el penal hace menos de una semana. Sin embargo, la salida se debió a los amparos de por medio, no así porque se declarara su inocencia o se le absolviera de las acusaciones.