Tras el anuncio hace algunas semanas, de la construcción del gasoducto del sureste Tuxpan-Coatzacoalcos-Dos Bocas, distintas organizaciones ambientales han advertido que dicha obra afectaría al sistema de arrecifes marinos en el Golfo de México.
Aunque, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dio como un hecho dicha obra, el cual partiría del sistema Tuxpan-Tula, pasando por Veracruz, Coatzacoalcos y hasta llegar a Dos Bocas, Tabasco, algunas organizaciones se han pronunciado en contra.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) que aglutina a organizaciones como Pescadores El Faro de Zapotitlán, Gente Sustentable, Senderos y Encuentros para Desarrollos Autónomos Sustentables, Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente y Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), entre otras estableció que dicha obra afectaría gravemente el medioambiente marino.
Detallaron que el gasoducto se extenderá desde la interconexión del sistema Tuxpan Tula en la Estación de Medición y Regulación (ERyM) Montegrande, hasta la estación de compresión Veracruz Norte que será construida en el municipio Tuxpan.
Luego, la ruta continuará en alta mar por medio de un ducto y entrará nuevamente a la zona terrestre hasta llegar a la estación de comprensión en Coatzacoalcos.
Desde Coatzacoalcos, la ruta regresará a la zona marina hasta entrar nuevamente a la zona terrestre y llegar finalmente a Dos Bocas en el Municipio de Paraíso, Tabasco, donde el gas natural será distribuido a las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad.
La ruta descrita, indicaron, atraviesa el corredor arrecifal del suroeste del Golfo de México con una extensión de aproximadamente 600 kilómetros, que se extiende desde la laguna de Tamiahua hasta el río Tonala´.