Francisco Gabilondo Soler, el veracruzano que se negó a vender Cri-Cri a Walt Disney

• Con Francisco Gabilondo Soler, en algún rincón de la infancia, siempre hay un grillo que canta

Orizaba vio nacer al músico y compositor veracruzano Francisco Gabilondo Soler, quien en sus notas musicales creó un universo donde los animales hablaban, los niños soñaban y el jazz resonaba en cada rincón. 

Nacido el 6 de octubre de 1907, Gabilondo Soler no solo fue el "grillito cantor" que maravilló a México, sino un hombre de múltiples facetas, cuyas notas trascendieron fronteras y generaciones.

Desde su infancia, el llamado de la música resonó fuerte. Aprendió canto, piano y violín, alimentando sus sueños con las historias de Julio Verne y los Hermanos Grimm. 

Pero la escuela no era de su predilección, y su padre, comprendiendo la llamada de la vocación, le permitió explorar el boxeo y la tauromaquia. Así, Gabilondo se convirtió en un virtuoso no solo de las notas, sino de la vida misma.

Su camino lo llevó desde el observatorio de Tacubaya hasta la construcción de su propio observatorio, donado más tarde a la Sociedad Astronómica. 

En la danza entre las estrellas y las partituras, Gabilondo se forjó como un hombre de inquietudes, tomando cursos de navegación por correspondencia.

En 1921, a los 14 años fue campeón de natación y a los 15 años (1922) ganó los guantes de oro en la categoría Walter.

Pero fue en la Ciudad de México donde las notas de Gabilondo encontraron su hogar. Componiendo piezas de tango, fox-trot y danzón. 

SUS MATRIMONIOS

Se casó con Rosario Patiño el 30 de mayo de 1927 y tuvieron dos hijos, Jorge y Diana, de los cuales tuvo ocho nietos. 

Aunque se divorció de Rosario, la amistad continuó, pues ella fue su publirrelacionista. 

Posteriormente casó con Ivette Boulet con quien también tuvo dos hijos –Francisco y Andrea–; al final de su vida vivió con Gloria Gallegos, con quien tuvo un hijo: Tiburcio. 

SUS INICIOS

Formó un grupo de jazz y luego empezó a componer canciones románticas y también picarescas que se entonaban en carpas, cabarets. 

En 1930 grabó las canciones Vengan turistas y La Dorotea. 

El interés por mejorar su situación económica lo llevó a concursar en la XETR, en Buscando novedades, programa de aficionados donde no ganó, pero  Samuel Ruiz Cabañas lo escuchó y lo invitó a participar en un nuevo programa llamado El guasón del teclado.

La verdadera sinfonía de Gabilondo comenzó en 1934, cuando lanzó su primer programa en la XEW, bajo el seudónimo de Cri-Cri, el grillito cantor. 

Inspirado por el sonido del violín, que asociaba al canto de un grillo, nació un ícono de la música infantil en México.

Desde "El chorrito" hasta "El conejo Chuchu", las composiciones de Cri-Cri humanizaron a los animales y llenaron de risas la infancia de generaciones. 

¿PLAGIO O ROBO DE WALT DISNEY?

Se filmó una película sobre su vida que ha recorrido todo el mundo, e incluso sus personajes interesaron a Walt Disney para llevarlos a la pantalla, proyecto que no pudo llevarse a cabo. 

El primer objetivo de Disney fue viajar a México para conocer de mano propia el trabajo de Francisco Gabilondo Soler, uno de los más reconocidos y populares compositores de la época y, después, de la historia.

El dibujante llegó a México acompañado por una comitiva en la que destacaban su esposa, Lily, la dibujante Mary Blair, influenciada principalmente por la cultura latinoamericana, además de otros 15 artistas de su empresa.

Su idea era comprar los derechos de sus personajes y de su música para realizar no sólo una película, sino para explotarlos comercialmente .

Sin embargo, la periodista Elvira García, quien tuvo la fortuna de entrevistar al compositor mexicano, aseguró que Gabilondo Soler ni siquiera tuvo la intención de recibir a Walt Disney; en cambio, mandó a su esposa “Charito”.

Las negociaciones comenzaron, pero pudieron más las convicciones creativas de Gabilondo Soler, pues Charito se negó rotundamente a sacar de la radio no solo sus canciones, también a sus personajes por consideraron que fueron hechos para vivir en la imaginación.

Batallaron por comprar sus composiciones y personajes. No obstante, el cantautor veracruzano se negó, argumentando que su música y sus creaciones eran para los peques de México.

Poco tiempo después con Disney nació ‘Pinocho’ y con él ‘Pepe Grillo’, quien se cree está inspirado en Cri-Cri.

CREACIONES SIN FECHA DE CADUCIDAD

Su legado trascendió con fuente en Chapultepec, una película que relata su vida y versiones de sus canciones por artistas de renombre como Plácido Domingo.

Sus canciones más conocidas son: El conejo Chuchu, Che araña, El ropavejero, Mi burrita, El barquito, Cucurumbé, El ratón vaquero, Caminito de la escuela, Los enanos, El chorrito, El ropero, La marcha de las letras, El negrito sandía, Di por qué, La patita.

Gabilondo Soler falleció en Ciudad de México el 14 de diciembre de 1990. 

Así, el veracruzano Francisco Gabilondo Soler, el hombre que se negó a vender sus creaciones a Disney, sigue siendo el eterno compañero de las noches mexicanas, donde los niños, grandes y pequeños, se sumergen en sus notas, recordando que en algún rincón de la infancia, siempre hay un grillo que canta.