Se dice que Xalapa es una ciudad "encantada", pues detrás de sus bellos edificios y peculiares calles empedradas, se esconden muchos misterios que la atañen desde hace siglos, entre ellos, se encuentran los tan sonados túneles secretos que pasan por debajo del Parque Juárez, la Catedral de Xalapa hasta el Cerro de Macuiltépec, en el Centro de Salud Gastón Melo, y algunas otras historias, como leyendas y almas que penan en esta ciudad.
En Xalapa, nadie, o casi nadie, se ha salvado de tener un encuentro cercano con seres de otra dimensión, sobre todo las personas mayores. Viejecitos que han pasado su vida en esta ciudad recorriendo sus calles o callejones, tienen memorias, historias y leyendas que son difíciles de creer, pero, logran cautivar hasta al más escéptico.
Entre las leyendas más populares de Xalapa, se encuentra la de los fantasmas que rondan al Parque de Los Berros, donde aún en la actualidad, vecinos de esa zona dicen ver y oír cosas que no son de este mundo.
¿Te contamos?
Esta es, la famosa historia de los fantasmas del Parque Los Berros, una leyenda que ha pasado de generación en generación por los xalapeños, formando parte del folclor y la riqueza cultural de la capital veracruzana.
Se cuenta que hace mucho tiempo, vecinos del Parque Los Berros, construyeron una capilla cerca del lugar para tener una figura religiosa que les brindara esperanza y tener una pieza de fe para recurrir por ayuda cuando lo necesitaran.
Sin embargo, al buscar a algún cura para hacerse cargo, ninguno aceptó ¿por? no se sabe, por mucho tiempo las razones fueron desconocidas, aunque varios meses después, llegó un joven sacerdote, recién salido del seminario que ocupó el lugar de párroco.
Entre los feligreses, se encontraba una niña de 12 años llamada Carmen que destacaba por su belleza. El sacerdote se fijó en ella de inmediato 'Le echó el ojo' y mostró simpatía hacia ella, sin embargo, esto se llegó a convertir en una obsesión por parte del religioso, que desde cualquier punto de vista era una relación prohibida y un delito.
La joven estaba en la flor de su juventud, destacando por su singular belleza. Al tener 17 años se enamoró de un joven que llegó desde la Vieja España, este le correspondió e iniciaron una relación de noviazgo que duró poco, pues a los pocos meses tomaron la decisión de casarse.
Carmen asistió a la iglesia para darle la noticia al sacerdote, él se indignó y ofendió al escuchar que la joven uniría su vida a la de otro hombre en matrimonio, cegado por los celos, trató de convencerla de no casarse y le aseguró que su enamorado era sólo un cazafortunas, además de aventurero. La joven no creyó nada de lo que el confesor dijo y continuó con los preparativos de su boda.
Un día antes de la ceremonia religiosa de matrimonio, Carmen fue a la iglesia para confesarse, el sacerdote la recibió de mal humor y de manera grosera, estaba así porque él oficiaría la misa. Mientras la joven se confesaba, la ira del clérigo crecía, no pudo aguantar más y se lanzó sobre la joven para besarla y abusar de ella, aunque Carmen intentó defenderse, no logró escapar del cruel acto.
Personas cuentan que en esos momentos, cayó en Xalapa una terrible tormenta, con rayos, truenos, así como fuertes vientos y huracanadas que amenazaban con inundar la ciudad.
El cura asesinó a Carmen y después se quitó la vida en Los Berros.
Este suceso, quedó marcado en la ciudad, siendo un episodio oscuro en su historia, el cual, contado por vecinos y transeúntes, aún no termina. Pues sus almas rondan en pena.
Se dice, que los fantasmas de Carmen y el sacerdote aún vagan por la zona, dejando escuchar su llanto, apareciéndose en las noches nubladas y lluviosas en el parque de Los Berros.