Tras una semana donde la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó la protección de vida desde el momento de la concepción y legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en la Constitución Política de Veracruz, la Arquidiócesis de Xalapa, en su mensaje dominical, celebró la fiesta de Pentecostés, en la que resaltó que es el momento adecuado para que el Espíritu Santo renueve a todos los bautizados y los convierta en criaturas agradables a Dios.
“La comunidad cristiana es consciente de que la misión de hacer presente a Cristo en el mundo no puede ser posible sin la ayuda del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el alma de la misión de la Iglesia. Sin el Espíritu Santo no sería posible llevar a cabo la evangelización. Así como el Padre ha enviado a Cristo al mundo para mostrarnos el rostro de Dios, de igual manera la Iglesia está llamada a hacer presente el rostro de Cristo”, añadió.
La Arquidiócesis de Xalapa explicó que 50 días después de la Pascua se celebra en la Iglesia Católica la solemnidad de Pentecostés, la cual es definida como la efusión de uno de los dones más importantes que Cristo dejó a la Iglesia como fruto de su resurrección, el don del Espíritu Santo.
Relató que, al entregar el Espíritu Santo, Jesús habla del perdón de los pecados y ese es otro regalo de la resurrección de Cristo.
“El Espíritu Santo es fuente de purificación. Gracias a la acción del Espíritu Santo la Iglesia puede administrar el perdón de los pecados. El Espíritu Santo nos purifica y nos hace santos delante de Dios”.