Aunque con poca convocatoria, este domingo un grupo de médicos de la ciudad, se solidarizó con el médico chiapaneco Gerardo Grajales Yuca quien tiene resguardo domiciliario tras ser acusado de abuso de autoridad.
El médico anestesiólogo del Centro de Alta Especialidad “Dr. Rafael Lucio”, Miguel Ángel Franco señaló que la contingencia sanitaria por el Covid-19 también ha provocado que los médicos sean criminalizados, agredidos por la población y en ocasiones, también por el gobierno de lo que el sector salud en el estado no exta exento.
“En Xalapa ha habido agresiones más que nada al personal de enfermería, médicos también han sufrido algunas agresiones, no físicas, pero sí verbales y eso queremos que se termine, lo único que pedimos es que nos traten con respeto y nos den lo que necesitamos para trabajar y dar un buen servicio”, añadió.
Apenas cuatro médicos, se concentraron en la explanada del Teatro del Estado para mostrar su solidaridad con el médico de Chiapas al acusar que está siendo víctima de “una cacería política” por parte del gobierno de ese estado.
“La marcha era en solidaridad y apoyo, para poder manifestar que estamos en total desacuerdo en la forma en que se llevó a cabo esta detención, sabemos que ya lo liberaron, pero está arraigado que es como si estuviera preso, pero en otro tipo de cárcel y el proceso sigue”, dijo, aunque la marcha no se realizó.
Asimismo apuntó que la Fiscalía General del Estado no ha podido comprobar que todos los cargos que se le imputan sean reales, lo que no se puede permitir en el país.
“Estamos a favor de la salud y estamos en primera línea trabajando con pacientes con Covid y desgraciadamente sufrimos agresiones por parte de la gente, no tenemos el apoyo del gobierno y aunque ellos dicen que tenemos todos los insumos y todo para trabajar sabemos que eso es mentira”, dijo.
Este domingo la convocatoria para realizar una marcha fue para todo el personal de salud, llegaron muy pocos por lo que no se realizó, lo que, señaló, puede obedecer a que existe mucho temor a la represión, “la gente teme perder también su trabajo y hay muchos líderes sindicales que los frenan”.