La colonia Veracruz, en Xalapa, ha quedado marcada por la inseguridad que invade sus calles. La cotidianidad de sus habitantes se ve amenazada por la persistente sombra de la delincuencia, que se cierne sobre cada esquina, cada calle y cada hogar. Hasta 4 veces en un día un negocio ha sido asaltado en un mes y el reproche a su alcalde Ricardo Ahued por su pasividad ante el hampa crece.
La comunidad vive con temor constante, ya que los atracos ocurren hasta en cuatro ocasiones al mes a un mismo negocio, y nadie está exento de ser la siguiente víctima.
La falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades policiales de Ricardo Ahued y estatales también agrava la situación.
A pesar de las llamadas de auxilio, la llegada de la policía se demora varias horas y, en muchos casos, no se logra la captura de los responsables.
Asaltos y robos a casa habitación se han convertido en algo común. La instalación de cámaras de videovigilancia fue un intento de enfrentar el problema, pero estos esfuerzos se han desvanecido en el aire, robados por los mismos criminales que buscan evadir la justicia.
Incluso, una comerciante de abarrotes ha sido víctima de robos en su establecimiento en cuatro ocasiones durante un solo mes, evidenciando la vulnerabilidad que enfrenta la población.
El temor es palpable y las autoridades parecen no atreverse a librar una batalla para brindar seguridad a los xalapeños en zonas de la periferia.
Ante este panorama, los vecinos exigieron al gobierno de Ricardo Ahued y al de Veracruz incrementar la vigilancia y llevar a cabo operativos para garantizar la seguridad y tranquilidad de los pobladores.