Integrantes del Movimiento Antorchista exigieron justicia por el asesinato de Conrado Hernández Domínguez y su esposa Mercedes Martínez Martínez, quienes eran integrantes del Comité Estatal en Guerrero.
Señalaron que su hijo de apenas siete años, Vladimir Tlacaélel, también murió en el ataque perpetrado por un grupo de sicarios el pasado 12 de abril.
Afirmaron que las autoridades guerrerenses quieren hacer creer que las tres víctimas perdieron la vida producto de un accidente automovilístico ocurrido en una barranca de la carretera México-Acapulco.
Sin embargo, afirmaron que los líderes antorchistas fueron asesinados a golpes y su hijo fue asfixiado, por lo que exigieron se inicie una investigación para encontrar a los autores intelectuales y materiales del triple asesinato.
"Pedimos a las autoridades encargadas de impartir justicia en el estado de Guerrero, al Fiscal General que habrá una investigación seria y apegada a los hechos. Que se encuentre, castigue y encarcele a los autores materiales e intelectuales de estos viles asesinatos", mencionó Janeth García Cruz, integrante de la dirección nacional del Movimiento Antorchista.
Los antorchistas también demandaron que el gobierno de Guerrero encabezado por Evelyn Salgado Pineda use toda su estructura para garantizar que se haga justicia y se castigue a los responsables del crímen.
Conrado Hernández fue líder de la organización en Chilpancingo de los Bravo durante diez años y su esposa Mercedes era la dirigente de los antochistas en la zona de La Cañada desde hace año y medio.
De acuerdo a los integrantes del Movimiento Antorchista Nacional, ambos eran personas buenas y trabajadoras que siempre lucharon a favor de los pobres de Guerrero.
Sus compañeros aseguraron que de no haber avances en la investigación para dar con los asesinos realizaran diferentes movilizaciones regionales o nacionales en Guerrero y en cada estado.