Familiares, la Asociación de Cerrajeros y la defensa del despacho CIMA Abogados, expusieron otro caso de presunta detención arbitraria en Xalapa, donde un cerrajero de 33 años, con una enfermedad que afecta su sistema inmunitario, fue detenido injustamente tras dar servicio a personas que le solicitaron abrir una vivienda, inmueble que resultó ser de una fiscal.
Los abogados Erick Hoyos Aponte de La Luna y Manuel Antonio González Vidal, afirmaron que su cliente fue detenido hace dos días y todavía no ha sido puesto a disposición de un juez de control. Además, denunciaron que el trabajador no ha recibido atención médica adecuada, poniendo en riesgo su salud, pues estaba en proceso de recibir antirretrovirales.
De acuerdo con la investigación, el cerrajero es señalado de poseer bolsas de marihuana y de haber intentado ingresar a la fuerza a una vivienda, pero la defensa asegura que existen conversaciones de WhatsApp que prueban que fue contratado por dos mujeres para abrir una casa y que acudió al domicilio únicamente para dar su servicio.
La detención fue realizada por policías estatales y municipales que respondieron a la denuncia de la fiscal, dueña del inmueble, quien amenazó al cerrajero advirtiéndole: "no sabes con quién te metiste".
Los abogados exigieron que se respete el debido proceso y se realice una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y garantizar la libertad del trabajador, insistiendo en que hay elementos de prueba contundentes y suficientes para probar su inocencia.
“Lo acusan de verlo en compañía de dos mujeres, quienes se echaron a correr y que en el momento en que lo vio dentro de su casa decide hacerle señas a unos policías que iban pasando y estos policías hacen la detención a Daniel; las otras dos personas del sexo femenino se fueron y no están ubicables”, relataron.
Los abogados afirmaron que en realidad Daniel sólo acudió el domicilio para dar su servicio, lo que se puede comprobar por la forma en que fue contratado por las dos mujeres para abrir la casa, de ahí que al momento de que ellas se percataron de que había alguien adentro del inmueble optaron por huir y en su caso prefirió quedarse mientras sus clientas se dieron a la fuga.
“Existen las conversaciones de WhatsApp en donde se hace la contratación del servicio. En donde se establece el domicilio que se requiere que se abra y en donde dicen que se trata de su (casa) y que necesitaban abrirlo. Existen evidencias gráficas en donde él ha estado trabajando como cerrajero desde tiempo atrás”, indicó Aponte de La Luna.
El abogado alertó que su cliente estaba gestionando sus antirretrovirales ante el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), sin embargo, tras ser trasladado al cuartel “Heriberto Jara Corona” en San José fue cuando “se le encontraron” dos bolsas con supuesta mariguana y desde el pasado miércoles 29 de marzo está detenido sin recibir el tratamiento.
Además, tras ser trasladado al cuartel el equipo celular de Daniel “desapareció”, aunque existen evidencias de que él tenía el equipo al momento en que ocurrieron los hechos y a que el teléfono también podría servir como evidencia para demostrar su inocencia. Por su parte, los policías no pusieron a disposición la caja de herramientas del detenido, las cuales le regresaron a su madre.
“Existe constancia de que mi representado llevaba esas herramientas y donde los policías se la están entregando. Porque no les conviene no lo ponen en el oficio de puesta de disposición ni en el informe policial homologado”, agregó.
La defensa legal confirmó que buscarán dar vista de este caso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y se denunciará a los elementos aprehensores. Igualmente, se buscará que la Fiscalía proceda en contra de las mujeres que contrataron los servicios de Daniel.
Además de lo anterior, el dueño de la cerrajería Israel Guadalupe Gervasio y la hermana del detenido, Cory Itzel Margarita Pérez Salazar, aseguraron que Daniel es inocente y aparte de tener una enfermedad crónica también estaba siendo diagnosticado ante la posibilidad de padecer la afección conocida como síndrome de Gilbert.
“Él lleva un control; él tenía un control en el IMSS por parte de la escuela porque trabaja como cerrajero, pero estaba haciendo una carrera técnica en la Universidad Veracruzana. Ya la terminó, por eso se le quitó el IMSS y pasó al CAPASITS”, dijo Pérez Salazar.
Por su parte, Israel Guadalupe Gervasio relató que él le dio el servicio a su trabajador porque estaba ocupado con otro, de ahí que ni siquiera pudo alcanzarlo al momento de ser detenido por parte de los policías y al ser trasladado a San José.
Alertó que este no es el único caso en el que cerrajeros han resultado afectados ante esta posible modalidad de perpetrar robos, pues no existen leyes para amparar a este tipo de trabajadores ante posibles engaños de personas malintencionadas.
Destacaron que Daniel se quedó por voluntad propia al momento en que las personas que lo contrataron se dieron a la fuga, pues se trata de una persona reconocida por su modo honesto de comportarse.
“Aunque presentemos pruebas no les importan; la fiscal y dueña de la casa nada más está viendo quién se la paga porque al parecer le habían robado meses antes (...), se aprovechan de sus puestos y desde el momento en que llegó la fiscal le dijo no sabes con quién te metiste”, lamentó la hermana del detenido.