Curanderos y comerciantes de artículos para limpias en Xalapa se niegan a registrarse en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para emitir facturas, tal como lo ha dispuesto recientemente el órgano fiscal.
El pasado 4 de agosto, el SAT consideró deducibles de impuestos e ingresó a su catálogo de productos y servicios para facturar a la hechicería, el vudú y las limpias energéticas, lo que incluye a curanderos, las prácticas homeopáticas y los tratamientos herbales.
Esto obliga a las personas que se dedican a estas actividades a darse de alta en el SAT bajo los regímenes del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR), por lo que, a partir de ahora, deberán pagar estos impuestos.
Dicha situación ha causado asombro, desconcierto y enojo entre quienes se dedican a estas actividades, pues aseguraron que las ventas no son tan altas como para que tengan que tributar.
“No podemos dar una factura de un rollo de 15 pesos de albahaca. Es una falta de respeto, una burla, porque cómo pretenden ponerle un impuesto a lo que la tierra nos da”, reclamó María Torres, quien se dedica a la venta de este tipo de artículos en la ciudad.
La señora Ernestina Santos, otra de las comerciantes de este giro, coincidió con ella e indicó que, de implementarse la facturación en este rubro, ellos también tendrían que solicitar factura a sus proveedores, en este caso las marchantas que llegan de otros municipios o estados, lo que consideró “absurdo”.
“Nosotros aquí vendemos romero, ruda, albahaca, pirul… entonces tendríamos que pedirle también factura a la marchanta que nos trae las hierbitas”, señaló.
De acuerdo con el SAT, con esta medida se busca regularizar un ámbito que, hasta ahora, opera principalmente en la informalidad, por lo que quienes ofrezcan limpias o artículos para estas tendrán que cumplir con sus obligaciones fiscales correspondientes.
Esto implica que, si una limpia llega a costar -por ejemplo- 500 pesos, el prestador del servicio deberá pagar al SAT el 16 por ciento por concepto de impuestos al emitir una factura, quedándose con una ganancia de 480 pesos.
De acuerdo con Carlos Álvarez, quien se dedica a realizar limpias, esto ocasionará que el costo del servicio se eleve para evitar tener pérdidas, lo que afectará los bolsillos de los pocos clientes que tienen.
“Imagínate cuánto tendríamos que vender o a cuánto tendríamos que dar las limpias. De por sí no tenemos clientes”, se quejó.