Música, danza y un colorido ritual se vivió este domingo en Xalapa, donde integrantes del grupo de danza Ce Acatl Xallitic se congregaron para recibir al padre Sol en el solsticio de verano.
Enfundados en trajes ancestrales y con místicos tambores, los danzantes vistieron de flores y copal la Plaza Lerdo, donde con la ceremonia de los mil tambores dieron la bienvenida a la nueva era de luz… la era de Acuario.
“Con este ritual queremos poner nuestro granito de arena para abrir nuestra conciencia y ser mejores seres humanos cada día”, señaló María Teresa Monroy, coordinadora de Ce Acatl Xallitic.
Cada año, el grupo de danza xalapeño es convocado por su homólogo de Guadalajara, con quien, en compañía de danzantes de todo el mundo, realizan este evento con la finalidad de “hacer un rezo para elevar la frecuencia vibratoria de la humanidad, de la Madre Tierra, de estar en sintonía con estos tiempos de cambio que ya estamos viviendo”.
“Es dejar un mundo mejor a nuestros niños, un mundo más en armonía, en amor, en paz y luz para todos (…) Es importantísimo conectar con nuestro ser, conectar con la divinidad, el cielo y la tierra”, explicó Monroy.
La pandemia de Covid-19 no ha sido impedimento para que Ce Acatl Xallitic continúe con sus tradicionales rituales.
De acuerdo con María Teresa, estos les dan fuerza y elevan su sistema inmunológico, al generarles un espíritu y corazón alegre, por lo que exhortó a la población a estar en contacto con su ser, para hacer de este mundo un lugar donde se puedan respirar la paz y la armonía.