La crisis por el agua ha hecho que familias, comercios y oficinas adopten nuevas medidas laborales en Xalapa: en algunos, los empleados trabajan desde casa, otros suspenden los servicios en baños o de plano en establecimientos comerciales cierran hasta una semana sus funciones.
Criticaron la postura de su titular, Rebeca Quintanar Barceló ni siquiera se había preocupado por solicitar una pipa para abastecer de agua y ponerlos en servicio para los 600 trabajadores.
En las puertas colocaron avisos como “uso exclusivo para hacer del 1. Cerrado, no hay agua” y por esa razón desde un día antes, les indicaron que, al persistir el desabasto, harían guardias.
La misma situación ocurre en restaurantes, plazas comerciales, cafeterías donde ante la carencia de agua, cerraron los sanitarios en tanto se regulariza el suministro, mismo que se generó por el estiaje.