Con más de 79 años existiendo y dando servicio en las ciudad de las Flores, este sitio a pesar de su antigüedad en la capital, es ignorado por muchos.
Aunque muchos deportistas, hombres y mujeres atletas o profesionistas diversos lo han visitado, hay quienes no conocen de la existencia de este antiguo baño de vapor.
Este es el primer baño público de vapor en la ciudad de Xalapa, un ícono de la ciudad ubicado en la céntrica calle de Guerrero que corresponde al número de domicilio cuarenta y nueve, hablamos de “El museo”.
El Museo a través de sus años se ha convertido en un sitio de visita frecuente de atletas, deportistas, o personas ya sea hombres o mujeres que quieren gozar de los beneficios que ofrece este lugar en sus servicios de vapor.
Hay quienes afirman haber mantenido un consumo durante los últimos 50 años de los servicios de vapor, ya que presentan importantes ventajas a la salud física y mental.
Las instalaciones de este lugar de vapor funcionan con leña, convirtiéndose en uno de sus principales atractivos ya que se considera una forma forma de obtener este calor de manera natural, al igual que la experiencia, que destaca el ruido característico de la lumbre.
Cuenta la historia que la caldera del sitio fue adquirida por Casimiro Esquivel Corona personaje fundador del Museo el Marino, sin embargo ante el buen recibimiento de esta técnica, otros lugares replicaron la idea de brindar un servicio de vapor.
Sin embargo la economía y crisis del periodo 90´s a 2000 provocaron que estos sitios fueron cerrando sus puertas poco a poco, pero no las del Museo el marino quien se mantuvo firme a pesar de la muerte de su fundador en 1981.
Hasta la fecha el legado de Casimiro continúa administrando el lugar, quienes actualmente brindan los servicios y cuidan la administración del lugar es la familia Hernández quienes representan la tercera generación de Don Casimiro.
El sitio es mayormente frecuentado de las 7 de la mañana seguido de la 1 y las 4 de la tarde, pero el lugar de vapor mantiene sus puertas abiertas a sus visitantes hasta la entrada de la noche para aquellas personas que disfrutan un baño de vapor después de su horario laboral.
La edad no es un factor, aunque pudiera pensarse que los visitantes puedan pertenecer a un segmento específico, la realidad es que no solo es un lugar para personas adultas, se trata de una práctica que también viven nuevas generaciones.
“Tengo más de 50 años de venir. Yo lo recomiendo mucho, te da limpieza, te relaja y ayuda en la parte física”.