El arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, pidió a los fieles católicos seguir el ejemplo de San José a quien Dios le cambió totalmente sus planes y no se reveló y sintió confianza.
Oró por los niños, los adolescentes y los jóvenes para que se descubra en ellos la bendición que significan para las familias.
"Pedirle al Señor que siempre apoyemos, cuidemos, custodiemos a nuestros jóvenes, a nuestros niños y adolescentes", expresó al prender la cuarta vela del Adviento.
A unos días de celebrar el nacimiento de Jesucristo, ofreció la eucaristía de este domingo para que las familias se preparen espiritualmente a través de la reconciliación.
Pidió también que los preparativos para estos días no disminuyan la intensidad de la oración y el servicio a los más necesitados, a los más pobres, pero también en el cambio interior que Dios pide para que Jesús nazca de una manera nueva.
Este día se unió a la Virgen María y a San José con el sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en los corazones.
De la misma manera, aseguró que la figura de San José es tan actual porque la sociedad de hoy invita a programar todo.
Y es que actualmente es notorio que los jóvenes van posponiendo el matrimonio porque quieren tener todo listo todo, programado.
"Programan cuando van a comprar su casita, cuándo van a tener un buen trabajo, cuándo se van a casar, después programan matemáticamente cuántos hijos van a tener.
"Lo mismo hacemos para nuestro trabajo, para la universidad, pretendemos hacerlo con nuestros propios hijos los programamos. Qué sucede en realidad. Que nuestros sueños son diferentes a los de Dios", aseveró.
En ese sentido destacó que San José, a pesar de sus planes y de los planes que Dios le dio, no repeló, no le dio rabia, coraje, no se reveló, no se apartó de Dios.
Sino que trató de comprender y aceptar lo nuevo que está en los planes de Dios, por eso dijo que la gente se debe preguntar en estos días, qué es lo que sucede en nuestras vidas, qué planes no hemos aceptado, no queremos y nos rebelamos, pero que nos quita la paz y una relación con Dios.
"Quizá sea un buen momento para seguir el ejemplo de San José, que cree en Dios, cree que Dios es bueno a pesar de que le cambia los planes y confía, porque a partir del nacimiento de Jesús fue un camino de total confianza”.