La maestra en Psicología de la Salud, Rosa Dianeth Hernández Aguilera, dijo que es común que tras el encierro “voluntario” por la pandemia del COVID-19 empiecen a presentarse problemas psicológicos en las personas con trastorno de ansiedad, depresión, frustración o miedo.
Refirió que de éstos es más marcado el problema de ansiedad por no poder salir, lo que se ve como una imposición, aunque se trata de una medida para evitar el contagio.
Sin embargo apuntó que el hecho de que alguien prohíba salir implica muchas más restricciones que, a nivel mental, generan situaciones complicadas.
“La ansiedad que puede ser desde que te sientas con nerviosismo, un aumento de tu frecuencia cardiaca o taquicardia, desesperación, aburrimiento, incluso hasta situaciones más complicadas que tengan que ver con el ‘qué tal si me enfermo, o si les pasa algo a mis amigos, a mi familia’, con toda esta cuestión de que es un virus muy complejo y puede ser letal”, dijo.
La especialista remarcó que estos pensamientos se denominan “pensamientos rumiantes” que forman la base de la ansiedad.
Alertó sobre el hecho de que para otras personas que pueden cargar algunas situaciones pueden generar aspectos incluso de depresión.
"En la situación que había muchos planes que se empezaron a arruinar, como parejas que pensaban casarse, personas que esperaban titularse en estos meses o quienes querían empezar proyectos o los empresarios", dijo.
Sostuvo que se puede presentar la frustración por vislumbrar el futuro que es incierto ante las proyecciones de las autoridades de salud y hasta la violencia hacia las mujeres, quienes en algunos casos también pueden ser las generadoras de la misma.
“Otra cuestión que está generando mucha preocupación tiene que ver con la violencia, principalmente las personas que viven con un maltratado; ha habido casos de feminicidios impactantes para la población, aunque pareciera que estamos en cuarentena y no debería haber situaciones de violencia pero se están registrando", lamentó.