Cientos de xalapeños han abarrotado las farmacias y laboratorios ubicados en la capital veracruzana, en busca de una prueba para confirmar o descartar el contagio de Covid-19; al menos el 30 por ciento de estas resultan positivas.
El Covid-19 ha tomado fuerza en Xalapa, donde el semáforo epidemiológico se mantiene en color rojo de riesgo máximo. Al cierre de la semana epidémica número 30, la capital veracruzana mostraba una positividad al virus del 85.6 por ciento, mortalidad en 189.8 y letalidad sostenida de 12.5 por ciento.
Hasta este sábado se registraba el pico máximo de contagios en la ciudad, con 91 nuevos casos confirmados, para un acumulado de 7 mil 951.
Estas cifras no son muy diferentes a las de las farmacias particulares, donde en los últimos tres meses se ha registrado un incremento en el número de pacientes con síntomas de coronavirus.
En algunos consultorios, de aproximadamente 25 pacientes que se atienden durante un medio turno, alrededor de ocho resultan positivos, de los cuales, tres llegan a ser hospitalizados al mostrar síntomas graves.
En ese mismo periodo, los médicos llegan a realizar al menos 30 pruebas de antígenos, de las que alrededor de 10 –es decir, una de cada tres– arrojan un resultado positivo.
De acuerdo con médicos que atienden en las diferentes farmacias de Xalapa, quienes hablaron con Imagen del Golfo bajo condición de anonimato, los casos de Covid-19 comenzaron a incrementarse desde mayo, cuando dieron inicio las campañas electorales.
Para junio, los contagios ya mostraban un aumento considerable, que se ha mantenido al alza hasta agosto, donde la tercera ola de coronavirus ha cobrado más víctimas.
Los galenos acusaron que el Gobierno “bajó de manera forzada” la incidencia de casos positivos para poder realizar las campañas y la jornada electoral del 6 de junio, lo que generó una falsa confianza en la ciudadanía… ahora, “se están pagando las consecuencias”.
El disparo de casos de Covid-19 en Xalapa ha sido tal, que las farmacias y laboratorios particulares donde se realizan pruebas de antígenos y de PCR se encuentran saturadas la mayor parte del día.
En algunos de estos, debido a la alta demanda, la fila incluso llega hasta la banqueta y los pacientes –muchos de ellos sin guardar la sana distancia– esperan más de una hora para poder ser atendidos.
De acuerdo con los médicos, en las últimas tres semanas el virus ha atacado principalmente a adultos menores de 30 años e incluso a niños de hasta 9 años, debido a las nuevas mutaciones del Covid-19.
“Algunos dicen nada más tengo gripita, pero todo síntoma de gripe es sospechoso”, afirmaron, y advirtieron que, con el regreso a clases presenciales, podrían incrementar los contagios de manera exponencial.
Las nuevas variantes del Covid-19, que parecen trasmitirse con mayor facilidad y disminuir la eficacia de los anticuerpos generados por las vacunas, han complicado el tratamiento de las personas infectadas por el virus.
Y es que, según los galenos, los medicamentos usados para contrarrestar la enfermedad ya no funcionan para todos los pacientes, por lo que algunos casos llegan a complicarse.
En ese sentido, exhortaron a la población a vacunarse contra el coronavirus, para reducir, así, el riesgo de síntomas graves que requieran hospitalización o que lleven incluso a la muerte.
Pese a que diariamente tienen contacto directo con pacientes contagiados de Covid-19, médicos particulares que atienden en las diferentes farmacias de Xalapa no cuentan con la protección suficiente para evitar su exposición al virus.
Si bien los directivos de las farmacias les han otorgado careta, cubrebocas sencillos, guantes, barreras de acrílico para los escritorios y, en algunos casos, purificadores de aire, esto parece no ser suficiente, pues los médicos continúan enfermado de coronavirus.
Ante ello, algunos doctores ha preferido compran sus propios cubrebocas reforzados, así como implementar una distancia considerable entre la silla de los pacientes y su escritorio.
Aun así, el riesgo continúa latente y, a pesar de ello, son varios los galenos que apenas recibieron la primera dosis de la vacuna anticovid, durante la jornada de vacunación para el sector de 30 a 39 años.
Ellos no fueron considerados en la vacunación del personal de salud, al inicio de la pandemia, pues esta se enfocó únicamente en quienes laboran en hospitales públicos.
“Nosotros no, porque somos fifís… nosotros no éramos prioridad. Si tardaron en vacunar a los compañeros de hospitales públicos, menos nos vacunaron a nosotros”, reclamaron.