Al celebrarse la Fiesta de Pentecostés, la Iglesia Católica pidió a la feligresía orar para que el Espíritu Santo les de la fuerza para superar la humillante pobreza que viven millones de mexicanos y las constantes violaciones a derechos humanos de los son víctimas.
Este, fue parte del mensaje dominical que la Arquidiócesis de Xalapa difundió en el que mencionó que Espíritu Santo abre un horizonte de vida y otorga la fuerza a la persona para hacer posible, a través de la verdad y de la justicia.
Reprochó los nuevos estilos de vida de unos cuantos que no hacen nada para superar la humillante pobreza de millones de mexicanos.
Para el caso de Veracruz, resaltó que hace falta un desarrollo económico para salir delante de sus problemas, pero debe ir acompañado del desarrollo ético y solidario.
El vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, Juan Beristain igualmente criticó la violación constante de derechos humanos por parte de quienes los deberían promover y custodiar.
“Toda persona se degrada y desvía cuando ella quiere, única y exclusivamente, ser creadora de sí misma sin la ayuda de la fuerza y sabiduría divina. La fiesta de Pentecostés nos da el Espíritu para buscar caminos de vida juntos, sin excluir a nadie”, expresó.
Por ello, convocó a hacer de Pentecostés la fiesta de la comunión de talentos y recursos humanos y espirituales para vivir un nuevo estilo de vida centrado en la dignidad de la persona y en la necesidad del amor divino.
Explicó que Pentecostés es la fiesta litúrgica que evoca y convoca la misma acción vivificante del Espíritu Santo sobre la vida y misión de la Iglesia.
“Pentecostés es el acontecimiento salvífico que renueva y recrea a toda la comunidad de creyentes, para que den vida a todas las estructuras sociales, económicas, culturas y políticas con el anuncio vivo de Cristo resucitado mediante el Evangelio”, agregó.
Mencionó que el Espíritu donado por Cristo hace posible y viable una renovación de todas las caducas estructuras sociales de nuestra nación mexicana.
El desarrollo económico solo y exclusivo no es el camino para salir adelante con todas las problemáticas que vivimos hoy en Veracruz.
Es también necesario el desarrollo ético y solidario de todas las personas de la sociedad para alcanzar un crecimiento sustentable. La ética y la economía deben unirse, otras dimensiones son necesarias, por la fuerza del Espíritu para instaurar una sociedad más solidaria y amigable.