Los últimos días, tras intenso frío, los atardeceres con tonos naranjas y pastel han sorprendido a muchos y muchas habitantes y visitantes en la capital veracruzana.
Los tonos azules, rosas y también naranjas y hasta rojizos, que han quedado capturados en las cámaras de muchos, tienen una explicación científica.
"El color del cielo del durante el atardecer se debe a una combinación de factores que incluyen la dispersión de la luz y la presencia de partículas en la atmósfera", refiere el Comité de Meteorología de la Secretaría de Protección Civil del estado de Veracruz.
Y es que, cuando el sol se encuentra más cerca del horizonte, esto significa que la luz solar tiene que atravesar una mayor cantidad de la atmósfera antes de llegar a nuestros ojos.
La luz solar viaja a través de una capa atmosférica más densa, lo que provoca una dispersión de la luz en diferentes direcciones.
Como resultado, las longitudes de onda más cortas, como el azul y el violeta, se dispersan más intensamente, mientras que las longitudes de onda más largas, como el rojo y el naranja, se mantienen relativamente más intactas. "Esto produce una apariencia anaranjada o rojiza en el cielo".
Asimismo, la presencia de partículas en suspensión en la atmósfera (como polvo, aerosoles, humo o contaminantes) puede afectar el color del cielo durante el atardecer.
Estas partículas pueden dispersar y filtrar selectivamente la luz e intensificar los tonos anaranjados y rojizos en el cielo; además, la presencia de nubosidad o de partículas adicionales pueden amplificar aún más este efecto.