Veracruz, con posición estratégica en el Corredor Interoceánico

La conclusión del ambicioso proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) está asegurada gracias a su financiamiento mediante las contribuciones generadas en las aduanas nacionales. 

A diferencia de otros proyectos que dependen de recursos ordinarios, el CIIT cuenta con una fuente sólida de financiamiento.

Citlalli Navarro del Rosario, directora general de Planeación Aduanera de la Agencia Nacional de Aduanas de México, explicó que el CIIT se financia con los recursos recaudados a través del cobro del Derecho de Trámite Aduanero (DTA). 

Este impuesto se aplica en todas las aduanas del país y los fondos recaudados se destinan a un fideicomiso que se utiliza para financiar diversos proyectos, incluyendo la modernización de la Aduana Nacional.

Uno de los proyectos destacados que se benefician del fideicomiso del DTA es el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. 

Este corredor logístico conectará los puertos de Coatzacoalcos en Veracruz con la terminal portuaria de Salina Cruz en el estado de Oaxaca.

El CIIT, que había estado paralizado desde el gobierno del presidente Porfirio Díaz, fue reactivado durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Las obras de modernización de los puertos y el desarrollo de la infraestructura de conectividad están en marcha, junto con la planificación de los polos de desarrollo donde se establecerán empresas.

El Corredor Transístmico es uno de los megaproyectos clave del actual gobierno federal, y tiene como objetivo potenciar la economía en la región sur sureste de México, una zona que ha enfrentado una deuda histórica en términos de desarrollo económico.

Veracruz se encuentra en una posición ventajosa, ya que no solo parte del corredor estará en su territorio, sino que también cuenta con tres puertos de altura: Coatzacoalcos, Veracruz y Tuxpan.

Se están explorando proyectos adicionales, como el cabotaje, para reducir los costos logísticos y promover el traslado de mercancías entre los puertos nacionales.

El impulso del Corredor Interoceánico busca saldar la deuda histórica y promover el desarrollo económico en el sur sureste de México, una región con un gran potencial para la transformación y el progreso.