Pacientes con trastornos de ansiedad, trastornos depresivos y riesgo de suicidio, son las principales enfermedades mentales que presentan quienes arriban a un consultorio psiquiátrico en la conurbación de Veracruz tras la pandemia.
La salud mental no solo es la ausencia de enfermedades mentales, también es una capacidad de adaptación activa acerca de los propios recursos que tiene el individuo de poder afrontar los desafíos y tensiones normales de la vida, tener la capacidad de apoyo social, explicó el médico psiquiatra Alfredo Antonio Reyes García, con alta especialidad en urgencias psiquiátricas y maestría en psicoterapia cognitivo conductual.
Afirmó que tras la pandemia aumentaron las enfermedades mentales, lo que se ha visto reflejado en los consultorios.
“Sí, definitivamente, creo que ahorita hemos pasado de un momento dado de pensar más en nosotros mismos […] Hablar de salud mental es un poco amplio porque tenemos muchas urgencias como trastornos del sueño, trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, trastorno por consumo de sustancias, trastorno de déficit de atención hiperactividad, trastornos de autismo neurodesarrollo.
“El psiquiatra ya no es el típico profesional que era el interventor de la locura. Ya también abarcamos muchas enfermedades que no corresponden necesariamente a eso”.
El especialista quien trabaja en la zona conurbada de Veracruz, señaló que tras la pandemia a su consultorio han llegado más casos de trastornos de ansiedad y depresivos.
“Trastornos de ansiedad, sobre todo, trastornos de pánico donde la persona tiene ataques de ansiedad, tiene agorafobia, pueden tener trastornos depresivos con las deudas, con inflación las personas ahorita caen en unas angustias tremendísimas; problemas del sueño, una gran parte de la población toma algo para dormir, trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Pero lo que más hay son trastornos de ansiedad y trastornos como la depresión y riesgo de suicidio”.
Explicó que toda la gama poblacional tiene algún tipo de padecimiento, algunos dependen mucho del grupo de población, es decir para adultos mayores hay trastornos específicos, para adultos otros, y para niños y adolescentes son otros.
“En el caso de una urgencia en salud mental es un poco más complejo porque la subjetividad que manejan muchas veces el paciente no tiene una escala fidedigna que se pueda evaluar, por ejemplo, a diferencia de una urgencia médica donde hay una presión arterial baja, unas cifras de glucosa altas.
“En el caso de emergencia psiquiátrica no tenemos patrones fidedignos de medida y por lo tanto aquí importa mucho la capacidad del juicio de la persona, el profesional para poder hacer intervención; en el caso de una urgencia de salud mental, trastornos mentales, tenemos riesgo de suicidio, podemos tener pacientes con alucinaciones, consumo de drogas, ataques de pánico, entre otros”.
Aclaró que no toda urgencia psiquiátrica es de agresividad, aunque hay condiciones en la cual si no se hace una buena intervención puede poner en riesgo a otras personas.
“Puedo poner un caso de una persona con abuso sexual, que tiene síntomas como de mucho miedo y en el caso de tener un tipo de disociación, que es un momento dado de desapego de la realidad, puede tener una crisis nerviosa. Una crisis nerviosa si no intervienes bien, en el caso de una desorganización de ese momento puede llegar a agredir, pero no por intencionalidad de hacer daño, sino por estarse en un instinto de supervivencia”, comentó el especialista.
Foto: Myriam Serrano.
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