Reabrir la Isla de Sacrificios al turismo sería un retroceso porque volvería a contaminarse y a llevarse de basura, advirtió Guillermo Macías Lagunes, secretario general de Asamblea Permanente de Asociaciones Civiles con la Comisión de Cultura y Turismo.
Ante las voces que en forma reiterada proponen que ese espacio vuelva a recibir visitantes, sobre todo ahora para aprovechar la Semana Santa y generar supuestos empleos respondió con un rotundo no pues lo calificó de insensato y regresivo.
"No, fíjate que no, ahí sí no estoy de acuerdo. La Isla de Sacrificios cumple un objetivo y está mejor así, sin tanta aglomeración y sin tanta gente, sin tanta suciedad, no es de una dimensión para recibir a demasiadas personas”.
"Además, desde que está cerrada aumentó la vegetación y el follaje del islote y, sobre todo, que sigue siendo un contexto protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y por la SEMAR; los estudios no han finalizado en el sitio", explicó Macías Lagunes.
Alertó que lo ganado en los últimos años se perdería en un abrir y cerrar de ojos, en detrimento de un espacio que forma parte de la historia de Veracruz.
"El que llegue gente implicaría que tendría que cerrarse las áreas del islote. Saldría lo mismo, por lo cual la función que cumple de estar el Faro en ese sitio evitar que los barcos encallen en el Sistema Arrecifal Veracruzano y que sea un lugar custodiado, es como el Instituto hace con las piezas arqueológicas de valía: protegerlas, preservarlas de la depredación humana. Es correcto.
"No le veo cuál generación de empleos, cuál es el chiste de quién o por qué. Si de por sí no cuidamos el mar y no nos preocupamos por mantener limpia la costa del Golfo, con toda la sociedad que mandamos de la ciudad hacia el mar, ya me imagino yendo a la Isla de Sacrificios o Chalchihuitlapasco o Brillo de Jade, como se le conoce, llena de la contaminación urbana: bolsas de papitas, plásticos, unicel, pañales, etcétera", subrayó el también guía de turistas.
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